PROGRAMA

PROGRAMA DE ACCION DE REVOLUCION PROLETARIA

INDICE

  • Introducción
  • Contra la Globalización de los medios de Producción
  • Neoliberalismo
  • Implementación del Neoliberalismo
  • Explotación del cobre, modelo de entrega al imperialismo
  • El capitalismo neoliberal saquea y hunde al país
  • La Concertación: administradores del modelo neoliberal pinochetista
  • Transición hacia una ofensiva obrera
  • El cambio social será Socialista, democrático y antiimperialista,  Será de liberación nacional y social
  • Por una salida Obrera y Popular a la crisis provocada por el neoliberalismo
  • Por el recuperamiento y mejoramiento del nivel de vida de las masas explotadas y oprimidas                      
  • Por una nueva dirección sindical del Movimiento Obrero
  • Por un trabajo clasista en las empresas y sindicatos
  • Seguridad Industrial para todos los trabajadores de la ciudad y el campo
  • Liberación de la Mujer como parte de la lucha por el socialismo
  • Por la lucha de la Juventud y la Organización Juvenil
  • Educación Estatal gratuita y universal
  • Servicio Militar y las Fuerzas Armadas
  • Por una verdadera Revolución Agraria
  • Por la preservación y mejoramiento de los Ecosistemas
  • Por la independencia y Liberación Nacional definitiva
  • Revolución Proletaria se  declara aliada de todos los Oprimidos
  • Defensa y extensión de los Derechos Democráticos
  • Solidaridad con todos los pueblos que luchan contra la explotación y opresión
  • Por un Gobierno Obrero y Campesino
  • No al Populismo, no al Bonapartismo, Independencia Obrera y Socialista
  • Venezuela: Trabajadores avanzar a la Toma del Poder
  • Evo Morales y el capitalismo altiplanito
  • Por la destrucción del Estado Capitalista
  • Todo el poder a los Consejos de Obreros y Campesinos
  • Por la Federación Socialista de las Republicas Obreras de Latinoamérica
  • Construir un Partido Internacional, Construir Revolución Proletaria
  • Por la Independencia Política de los Trabajadores ayúdanos a construir Revolución Proletaria                    

 

¡A ORGANIZAR LA OFENSIVA OBRERA CONTRA EL NEOLIBERALISMO AHORA!

Introducción

Lenin definía nuestra época como la “época de guerras y revoluciones”, esta caracterización sigue vigente,  basta con seguir los acontecimientos para darse cuenta. La presente situación mundial hace urgente la solución de la contradicción fundamental de nuestra época entre el capitalismo y el socialismo. Es una crisis del sistema imperialista mundial en todos sus aspectos que le acompañará hasta su derrumbe.

En nuestro país, por más de tres décadas el conjunto de la clase obrera ha estado atacada por las políticas económicas y sociales neoliberales. Chile ha sido el país en que se ha llevado el neoliberalismo al extremo, con privatizaciones hasta en los servicios más elementales, al mismo tiempo que un recorte a los derechos democráticos a la población y privilegios intolerables para los institutos armados y las clases burguesas. Las olas de resistencia contra este régimen económico heredado de la dictadura y refinado por los gobiernos de la Concertación, han sido poco frecuentes y limitados. Los gobiernos concertacionistas, primeramente utilizando el cuco que los militares todavía están al acecho, manteniendo las leyes antilaborales decretadas por la dictadura y ofreciendo algunas migajas al pueblo han logrado contener muy bien cualquier movimiento de las masas. Pero si bien, por ahora los trabajadores no reconocen todavía que hay que centralizar las demandas en una sola lucha nacional, como lo han comenzado a hacer los estudiantes. Esta tiene que convertirse en una necesidad frente a los continuos ataques a las condiciones laborales, siendo la última de ellas la demanda de los patrones para “flexibilizar” aun más  las condiciones de trabajo.

Los patrones y los administradores social demócratas y social cristianos del sistema capitalista neoliberal de nuestro país, se preocupan constantemente de desprestigiar y tratar de enterrar el principio de la lucha de clases, la cual consideran como algo del pasado. Pero la lucha de los estudiantes por derogar la odiada LOCE,  las luchas aisladas de algunos sectores de trabajadores y,   la  muerte del tirano, han revivido ese concepto, que en las actuales condiciones se resumió en una simple consigna: “El tirano ha muerto, Allende vive”. El proletariado y los sectores populares recuerdan el periodo de la Unidad Popular como la “época de oro”. Estas ilusiones, son un punto de partida importante, para recomenzar la batalla que quedo truncada con el bestial golpe militar del año 1973, tenemos que aprender de las lecciones del pasado, para no volver a cometer los mismos errores en este nuevo milenio.

La lucha de clases es la llave maestra de nuestras vidas y comienza a marcar la diferencia en las nuevas generaciones de vanguardia que se están organizando. La muerte del dictador, volvió a polarizar nuevamente a la sociedad chilena a extremos intolerables. Mientras el tirano agonizaba acompañado de sus cómplices en los crímenes cometidos, los ex-generales, ex-almirantes, ex-carabineros, los grupos económicos que controlan el país, los timoneles de la Unión Democrática Independiente y sectores de Renovación Nacional, eclesiásticos medioevales le administraban la unción. Mientras, la policía resguardaba a sus acólitos, tratándoles con guantes de seda y les suministraba ambulancias y primeros auxilios, a los cuicos que se apilaban en las afuera del Hospital Militar, donde tantos crímenes se cometieron. La clase obrera y los sectores populares celebran,  marchaban por miles de la Plaza Italia hacia el Palacio de la Moneda, que fue bombardeado por las fuerzas armadas para atacar a unas pocas docenas de defensores del edificio. El pueblo se manifestó como debía, demostró que con el golpe militar y con 17 años de represión, que la lucha de clases no puede ser eliminada. Mientras el dictador agonizaba, la lucha de clases revivía.

Si bien el dictador muere en calidad de reo, por causas pendientes, los trabajadores y el pueblo, se dan cuenta una vez mas, que con los gobiernos concertacionistas no va a obtener ninguna satisfacción a sus demandas por castigo a los culpables y, justicia para las victimas y familiares que fueron vejados por los esbirros de la dictadura. Sabe que la social democracia británica en colusión con la chilena lo trajo de vuelta a nuestro país, para que escapara de ser llevado al banquillo de los acusados.

Los trabajadores y el pueblo tambien tienen que saber, que el golpe se produjo no solamente gracias a la intervención norteamericana, sino tambien gracias a la falta de una dirección revolucionaria en el seno de los trabajadores y los sectores populares. Para evitar que el proletariado reflexione sobre su historia pasada, sacando conclusiones para el presente, la Concertación y los lideres de la derecha, se apresuraban a llamar a la calma y, tratar de vendernos la pomada que con la muerte del tirano “se ha cerrado un capitulo en la historia de nuestro país”. Cuestión totalmente lejos de la verdad, mientras no se esclarezcan los vejámenes a los derechos humanos cometidos por la dictadura y no se demuela todo su andamiaje económico político y social.  La Presidenta y los lideres de los partidos concertacionistas, conciliaron hasta el ultimo momento con el dictador y sus secuaces,   los ricos eran tratados con mano blanda, y se le despide prácticamente con funerales casi de estado, mientras a los trabajadores, sus familias y sus hijos se les reprimía brutalmente en la Alameda a manos de los perros guardianes criados por la dictadura. El gobierno y la derecha se escandalizaban y aterrorizaban que el pueblo celebrara con un carnaval la muerte del sátrapa. Allende debe haberse movido con horror en su tumba, que a pesar de la muerte del tirano, todavía no “marchan los hombres libres por la Alameda”. Solamente lo haremos cuando seamos capaces de experimentar y ejercer nuestro propio poder de clase que podrá volver esta visión en realidad.

Pinochet, el imperialismo norteamericano y el conjunto de la burguesía chilena, desataron el golpe con la finalidad precisa de parar y últimamente eliminar la lucha de clases, la muerte del dictador y la discusión y polémica desatada, ha testificado que la lucha de clases sigue vivita y coleando. La lucha de clases, el conflicto entre el capitalismo y los trabajadores, esta en el seno del sistema capitalista. Explica como funciona y hacia donde va. Es el entendimiento científico que fue primeramente explicado por Carlos Marx. La clase capitalista se apodera de la ganancia a expensas de la explotación de la clase obrera, deteriorando sus niveles de vida, de esta manera existe un conflicto permanente. Los trabajadores crean la riqueza y los capitalistas se llevan la tajada del león.

Si usamos nuestro poder y aprendemos de la historia y experiencias de la lucha de clases, si sacamos las lecciones de porque fuimos derrotados el año 1973, podremos avanzar en desarrollar nuestra consciencia revolucionaria. Esta consciencia no solamente es la habilidad que puede desarrollar la clase trabajadora para combatir por sus demandas inmediatas. Tambien significa, que podemos utilizarla para echar abajo el podrido sistema capitalista y crear nuestro propio gobierno de los trabajadores en el camino a la revolución socialista.

Nosotros argumentamos que el socialismo es la única solución. Pero la perspectiva hacia el socialismo, de ninguna manera significa que no tengamos que luchar contra los ataques inmediatos que sufrimos hoy día. Todo lo contrario, es absolutamente necesario. Para poder detener los ataques patronales, y profundizar la lucha por la democracia, los trabajadores debemos de tomar la lucha en nuestras propias manos. Para ello comenzamos con este Programa de Acción, que no creemos que de ninguna manera es algo totalmente acabado y que pueda dar respuesta a todas necesidades que confrontamos, pero es el comienzo, que queremos discutir e implementar con ustedes, para que marchemos juntos a la construcción de un partido revolucionario de los trabajadores, que permita no solo obtener las reinvidicaciones mas sentidas, sino asegurarnos que ellas serán permanentes, si logramos tomar el cielo por asalto.

CONTRA LA GLOBALIZACION NEOLIBERAL DE LOS MEDIOS DE PRODUCCION

En este nuevo milenio,  la profundización y extensión del modelo neoliberal a nivel mundial, ha acelerado el proceso de conquista de nuevos mercados y control de materias primas y energéticas como el petroleo, Siendo la invasión a Irak el ejemplo más claro de la vuelta a la barbarie. Tambien, vemos la hambruna y las masacres cometidas en pueblos africanos y las matanzas diarias cometidas en Irak que rayan en los crímenes mas grandes cometidos en nuestro planeta, sin que esto sensibilice en lo mas mínimo a los gobiernos de los países imperialistas involucrados en la debacle, con los Estados Unidos como el dirigente de estos crímenes contra la humanidad. Aumentan los factores para una nueva fase histórica de transformación radical. La única alternativa frente al hundimiento en la barbarie capitalista consiste en un nuevo ascenso de la lucha por el socialismo.

Con la clase obrera como portadora del modo de producción más avanzado el capitalismo ha generado la fuerza transformadora de la sociedad capaz para superarlo. Pero la clase obrera está obstruida en su libre desarrollo. El sistema de explotación capitalista impide la satisfacción de sus necesidades materiales, sociales y culturales en todos los aspectos. Pero, contradictoriamente hoy día debido a la llamada globalización, el proceso de la internacionalización del modo de producción capitalista puede facilitar la lucha común por la unificación organizada de la clase obrera internacional. Si las obreras y los obreros se organizan mundialmente en los consorcios multinacionales, se pueden transformar en la fuerza dirigente en la lucha internacional por una sociedad liberada, sin explotación y opresión capitalistas.

La extensión ilimitada de la producción entra en una contradicción cada vez más fuerte con el estrechamiento de los mercados, de ahí que con la excusa de la así llamada “guerra contra el terrorismo”, Estados Unidos, se lanza abiertamente a la invasión de países que considera clave en el control de la energía, para la consiguiente conquistas de nuevos mercados. Pero a la larga, esta contradicción no se puede solucionar en la economía de ganancia capitalista. Ella estalla en crisis de superproducción cíclicas que aparecen por ley inherente. Aunque esto puede retardar el estallido de una crisis económica, sin embargo, no la puede impedir.

Además, con cada paso hacia adelante en el desarrollo del modo de producción capitalista, han aparecido enormes crisis estructurales en el proceso de reproducción del capital, donde se destruyeron cada vez más fuerzas productivas y capital. Las consecuencias principales han sido el desarrollo de un creciente desempleo masivo y un subempleo como fenómeno permanente, reducción general de los salarios debido a la enorme competencia y la llegada China con mercancías a precios reducidos gracias a la superexplotación de su clase obrera, aumento forzado del ritmo del trabajo, reducción de las prestaciones sociales e impuestos cada vez más altos para las masas.

La burguesía monopolista vuelca también las manifestaciones de la crisis por venir sobre la burguesía no monopolista. La consecuencia es que cada año se arruina a decenas de miles de pequeños productores, mientras que la concentración y centralización de los grandes consorcios ha adquirido una dimensión mundial.

Desde los años noventa, una nueva crisis estructural internacional sucedió a la crisis estructural basada en la introducción de la computación, el Internet, la velocidad de las comunicaciones y la automatización. Llegó a ser el principal motor de la crisis de superproducción. Su esencia es la nueva organización del modo de producción capitalista internacional bajo el mando de los monopolios internacionales más grandes. La lucha competitiva internacional ha adoptado la forma de una batalla de aniquilación entre los monopolios. Esto va acompañado por un enorme aumento de la explotación de los asalariados a través de la flexibilización de la jornada laboral, la subcontrataciones, la precarizacion  del empleo y de la introducción general del trabajo en equipo.

Las elecciones de gobiernos que entran en fricciones con el imperialismo en nuestro continente, refleja en cierta manera el descontento de la población con la injusta internacionalización del modo de producción capitalista, como  también las crisis. La desregulación, que exige el imperialismo a los estados nacionales, es cada vez más esforzada, cara y al mismo tiempo menos eficaz para satisfacer sus necesidades económicas genuinas. La contradicción entre el dominio de los monopolios, que es organizado en tratados de libre comercio con los Estados nacionales, y la internacionalización del modo de producción capitalista agudiza los problemas de las masas.

Los consorcios internacionales químicos, farmacéuticos, alimentarios y comerciales, así como los grandes bancos, dominan los mercados agrarios mundiales. Mediante el empleo de la ingeniería genética y biotécnica se profundiza la crisis agraria crónica, en la mayoría de los países atrasados, ya que su agricultura se orienta principalmente a las necesidades de las metrópolis imperialistas y en desmedro de su población nativa. El resultado de la aniquilación masiva de la existencia de centenares de millones campesinos pequeños y medios en los países atrasados, llevando a muchos de ellos al hambre y la desnutrición, el éxodo rural masivo y un ejército creciente de trabajadores migratorios.

El orden familiar burgués debe asegurar la producción y reproducción de la vida humana en la sociedad capitalista. Sirve como factor de orden de los monopolios dominantes frente a la vida de las masas. Debido a la inclusión masiva de las mujeres en la producción social y en interrelación con otros fenómenos de la crisis general del capitalismo, el orden familiar burgués ha caído en una crisis crónica. Esto pone en cuestión la capacidad de funcionar del sistema capitalista y constituye la base social para un nuevo ascenso de la lucha por la liberación de la mujer.

El imperialismo es inseparable del colonialismo. La destrucción del antiguo sistema colonial mediante el auge de la lucha por la liberación nacional y social de las masas en los países oprimidos después de la Segunda Guerra Mundial, obligó a los imperialistas a liberar a la mayoría de las antiguas colonias concediéndoles la independencia política. Sin embargo, sólo el camino socialista de la liberación nacional y social conducirá al éxito definitivo.

Los imperialistas aprovecharon el atraso económico de los países del denominado “tercer mundo”, que fue consecuencia de la opresión y del pillaje colonial. De tal manera lograron hacer dependientes económicamente a los países orientados hacia el capitalismo e integrarlos en su sistema neocolonialista. La lucha competitiva por los mercados, manos de obra baratas, zonas de materias primas y esferas de influencia, obliga a los imperialistas a una explotación y opresión cada vez más aguda de los países neocoloniales.

La gestión internacional capitalista de la crisis mediante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial sólo imponen cada vez nuevas cargas y así denominados Programas de Ajuste sobre las espaldas de las masas, y está condenada al fracaso. Pues, provoca inevitablemente la resistencia de la clase obrera y de los pueblos oprimidos, y es la base material para un nuevo ascenso de la lucha por la liberación nacional y social en los países atrasados. La esencia política del imperialismo es la aspiración hacia la completa hegemonía mundial. La política de poder sin límites del imperialismo exige la militarización de la economía, del Estado y de la sociedad. El objetivo del capitalismo monopolista, es asegurar su posición de poder político hacia el interior y el exterior desarrollando un complejo militar-industrial, que le garantice sus privilegios.

Los EE.UU., en calidad de superpotencia imperialista, se arrogan el papel de gendarme mundial contra la liberación nacional y social de los pueblos y clases oprimidas. Su pretensión agresiva de ejercer la hegemonía única aumenta el peligro de guerra general.

Por otro lado, el imperialismo europeo funda actualmente su influencia política mundial en primera línea en una hábil compenetración económica. Esta ha alcanzado su mayor grado de desarrollo en una moneda común.

La Unión Europea, principalmente Gran Bretaña ha ampliado su influencia en el campo político y militar como aliado de los EE.UU. y en el marco de la OTAN, y al mismo tiempo entra cada vez más en competencia con sus aliados imperialistas. El imperialismo europeo acentúa sus intereses de poder político no sólo a través de la participación en acciones militares internacionales bajo la bandera hipócrita de acciones de ayuda humanitarias de la ONU,  participando también en las guerras ofensivas en el marco de la nueva estrategia de la OTAN. Sin embargo, la lucha por las metas imperialistas puede llegar a conducir hacia disputas bélicas que conjure en el estallido de mucho más guerras por la disputa de mercados, si los pueblos no la impiden bajo el liderazgo del proletariado internacional. Mientras exista el imperialismo, siempre habrá guerras y peligro de guerra.

Debido al afán de lucro de los monopolios, el progreso científico-tecnológico en la explotación de la naturaleza y de sus leyes lleva al pillaje desenfrenado del medio ambiente natural. La deformación y contaminación de la tierra, del agua, aire, flora y fauna ha adquirido la dimensión de una crisis ecológica internacional, que ha comenzado a convertirse en una desastrosa catástrofe ecológica global. Esta destruiría irremediablemente la unidad entre el hombre y la naturaleza. Los factores principales para eso son el progresivo efecto invernadero, la destrucción creciente de la capa de ozono de importancia vital, catástrofes ecológicas regionales cada vez más frecuentes y la destrucción de los bosques. Además existe el peligro creciente de la contaminación atómica. Sólo se puede frenar y revertir este desarrollo mediante la resistencia activa internacionalmente organizada del movimiento obrero y las organizaciones populares.

Los capitalistas monopolistas, ínfima capa de la burguesía, disponen con el aparato de Estado del instrumento de poder decisivo para mantener su dominio y sojuzgar a las masas explotadas. Con los modernos medios de comunicación de masas y la cultura de masas burguesa los monopolios manipulan la opinión pública. Los capitalistas monopolistas utilizan el parlamentarismo burgués para disimular su poder autocrático. Con los partidos burgueses y la complicidad de la social democracia traidora y los partidos reformistas, como su principal apoyo social, y con su aparato de engaño, ellos tratan de atar a las masas al sistema capitalista. Para las masas, la democracia burguesa significa en primera línea un engaño, pero también terror, como lo muestra el creciente control del aparato de Estado, que todo lo resuelve pasando leyes que atentan contra las libertades democráticas.

NEOLIBERALISMO

Que tienen en común gobiernos conservadores imperialistas, como el gobierno francés que ataca a la juventud y la clase obrera con políticas económicas de flexibilización, y el gobierno de un país tercer mundista como Chile, que regula la flexibilización laboral a través de la ley de subcontrataciones?

El programa que los une es el neoliberalismo, una política que ha vuelto a retomar el periodo de los gobiernos del siglo diecinueve hasta la Gran Depresión. Si nosotros no entendimos el neoliberalismo y las alternativas socialistas, vamos a cometer el error de diagnosticar erróneamente el problema que enfrentamos. Y esto nos llevara a creer que solamente se trata de la política económica de tal o cual gobierno en particular, y que con solamente cambiar a ese gobierno las cosas se arreglarían automáticamente.

Neoliberalismo es solamente una fase del capitalismo, y desgraciadamente es la única que por ahora ha conocido la juventud de nuestro país y de muchos otros países. Es el tipo de capitalismo, bajo el cual actualmente estamos viviendo. El neoliberalismo se uso de una manera general como una receta para revivir la forma de economía liberal, y llego a ser la salida económica del capitalismo aplicado en toda su extensión por los gobiernos de Margaret Tatchert, Ronald Reagan y Pinochet con sus Chicagos Boys.

El neoliberalismo se refiere a una política económica-filosófica que rechaza la intervención gubernamental en la economía. Se centraliza en los métodos utilizados por el libre mercado, eliminando las restricciones en las operaciones comerciales, y los derechos de propiedad. Utilizada como política exterior por los países imperialistas con EE.UU. a la cabeza, el neoliberalismo propicia la apertura de mercados extranjeros utilizando la presión económica, la diplomacia y/o la intervención militar, como en los casos de Irak y Afganistán. Abriendo mercados a la división internacional del trabajo, lo cual le permite mejorar la ganancia a través del rechazo a aumentar los salarios, e incluso salarios vitales, a las negociaciones colectivas y a imponer restricciones sindicales a los trabajadores.

En pocas palabras, significa que el neoliberalismo le entrega un inmenso poder a las grandes empresas, tal como se ha estado haciendo en nuestro país desde el tiempo de la dictadura militar. Dando como resultado políticas implementadas agresivamente por los patrones en respuesta a crisis o planes específicos del proceso de acumulación capitalista. 

IMPLEMENTACION DEL NEOLIBERALISMO

Los gobiernos capitalistas comenzaron a implementar el neoliberalismo a la fuerza. Privatizando las industrias estatales, liberalización del mercado de trabajo y reduciendo los salarios. A través de todo el mundo los capitalistas comenzaron a atacar los trabajadores, y las condiciones creadas por la post guerra comenzaron a cambiar. Lo primero fue atacar los sindicatos, reduciendo su influencia y capacidad de intervención, como las huelgas de solidaridad con otros trabajadores, introduciendo el trabajo temporal y recortando drásticamente la seguridad social de los trabajadores. Incluso muchos de estos ataques fueron implementados con la ayuda de la burocracia sindical. Una y otra vez los burócratas sindicales y los gobiernos socialdemócratas colaboraron con la clase dirigente en la implementación de medidas antiobreras. En muchos casos, los capitalistas fueron capaces de introducir estas reformas a pesar de la resistencia obrera, gracias a la traición de la burocracia y los lideres reformistas.

Claro estuvo que el neoliberalismo no fue introducido fácilmente. En los años ochenta y noventa, olas de huelgas sacudieron Italia, Francia, España y Gran Bretaña como también en otros países. En Gran Bretaña, la clave de la resistencia al neoliberalismo fue la heroica huelga de los mineros del carbón. Pero desgraciadamente, la Thatcher derroto la huelga de los mineros. En el año 1981 el gobierno de R. Reagan derroto la huelga de los trabajadores de control de vuelos. Finalmente el neoliberalismo se impuso con la caída de los regimenes estalinistas de Rusia y los estados del este de Europa en 1989-91. Con la falta de una alternativa democrática socialista frente al estalinismo, el levantamiento de los pueblos del este de Europa llevo a la restauración capitalista. Esto removió el obstáculo de la presencia de estados obreros degenerados al capitalismo y la economía planificada. Esto fue una victoria ideológica importante para el capitalismo. A muchos trabajadores la posibilidad de una alternativa al capitalismo les pareció que ya se había ido para siempre.

En nuestro país, el neoliberalismo a diferencia de los países imperialistas, o capitalistas avanzados, fue introducido a sangre y fuego, por la dictadura Pinochetista y en el acuerdo subscrito por la Concertación, se acordó respetar el andamiaje económico y legal introducido por la dictadura, o sea mantener el régimen capitalista neoliberal. Esto al igual que a los trabajadores donde fue implementado el neoliberalismo, significo que se mantienen los salarios bajos. Los salarios se han achicado debido a la disminución de los trabajos de jornada completa y su reemplazo por el trabajo “part-time”,  trabajo temporal, y flexibilización de los contratos de trabajo, como tambien las subcontrataciones de obreros que boletean sin tener ninguna seguridad social que los ampare. En la medida que el capital se siente atraído donde se encuentra los salarios mas bajos, cientos de nuestras empresas nacionales desaparecieron, y los capitalistas prefieren importar mercaderías de países del sudeste asiático y China, debido al bajo costo, y los bajos salarios que sufren esos trabajadores. Esto por supuesto conllevo de manera crónica al desempleo y subempleo, lo cual añadido a la feroz represión y destrucción de las organizaciones laborales del movimiento obrero chileno, les quito fuerza para negociar con los patrones. La destrucción de sus organizaciones laborales y su reemplazo posterior por una CUT domesticada a la medida de las necesidades del desarrollo capitalista, han contribuido a que el neoliberalismo ha surgido y que por ahora sea triunfante en nuestro país. 

Para los patrones, el neoliberalismo les ha significado una inmensa acumulación de ganancia, que se puede observar hoy día en la enorme división que existe entre los pobres y los ricos. Un pequeño número de empresarios y conglomerados empresariales es prácticamente dueño de todo, mientras más del 90% solamente dispone de su fuerza de trabajo, para un trabajo que es cada día más elusivo y peor pagado.

Pero como marxistas, somos optimistas como consecuencia de nuestro análisis de la economía. Los patrones si bien han alcanzado su objetivo, al mismo tiempo que han incrementado su mascada de la riqueza, ellos no hacen más que fijar las bases que pueden llevar a la caída del sistema neoliberal. Como resultado de la masiva desigualdad, se llega a una situación en que los trabajadores no pueden comprar lo que ellos producen, de ahí la gran demanda por créditos. Esta es una contradicción clave del capitalismo. Al embolsicarse toda la ganancia, reduciendo los salarios, no hacen más que reducir el poder adquisitivo de los trabajadores y la posibilidad que estos compren sus mercaderías. Creando problemas contradictorios, desbalance y déficit tantos al interior del país, como a nivel internacional entre países y continentes.

El gobierno, los empresarios y los medios de comunicación nos machacan todos los días, cuan exitoso es nuestro país en comparación a nuestros vecinos. Y tanto nos machacan, que una gran parte de la población llega a creerlo. Las modernas carreteras, la enorme cantidad de centros comerciales, el crédito fácil para encalillarse y venderle su alma a la sociedad de consumo dan esa impresión. Los patrones y el gobierno que ellos manejan no cesan de felicitarse de cuan inteligente han sido. Pero se ha olvidado, que no muchos años atrás, ha habido casos como los efectos Tequila en México, el Samba en Brasil, y el reventón de la burbuja Argentina que llevo a catástrofes económicas en los años noventa y, ojo ya comienzan a preocuparse los empresarios y la derecha que la producción y el desarrollo económico nacional no están creciendo como quisieran.

Nosotros nunca debemos olvidar que sobre oferta de mercaderías, significa que los trabajadores son incapaces de comprar lo que ellos producen. Para mantenerse en la competencia, los capitalistas deben de cortar los precios. Para poder reducir los precios y mantener las tasas de ganancia, no le queda mas que reducir aun más los salarios, o hacer que los trabajadores rindan más dentro de sus horas de trabajo. De ahí la así llamada flexibilización laboral, o modificar y legalizar la ley de subcontrataciones, para evitarse gastos como vacaciones, enfermedades, accidentes, desahucios, etc. En la medida que a los trabajadores cada día se les desliza hacia la precarizacion laboral, y al peligro de la cesantía. El gobierno se ve obligado a mencionar de vez en cuando que hará estudios o implementara medidas tibias, para paliar la desigualdad.

Pero, aparte de esos problemas que mencionábamos,  nuestros exitistas gobernantes y empresarios, se olvidan además de un problema central. Chile, sigue siendo un país atrasado y semicolonia, sujeto a los vaivenes de la economía mundial y la opresión imperialista. . Su clase burguesa es cagona y miserable, de ahí que en los años llamados de substitución de importaciones, cuando se crearon algunas industrias nacionales, fue el estado quien debió crear la Corporación de Fomento de la Producción, para poder desarrollar industrias, ya que esta clase burguesa cobarde ni siquiera se atrevía a invertir por ella misma, para crear industrias pesadas como Huachipato, u otras. Una vez que estaban estas industrias ya marchando, esta clase burguesa oportunista, recién ahí recién se atrevía a invertir. Durante el periodo dictatorial y especialmente a fines de la dictadura pinochetista, esta clase burguesa termino apropiándose a precio de huevo, del resto de las empresas y corporaciones estatales.

Esto se refleja una vez más hoy día, en la medida que somos una economía basada en las exportaciones de minerales, agricultura, vinos, etc. Significa ni más ni menos, que estamos a la merced de los vaivenes de la economía de los países imperialistas. Cualquier día, ellos tienen que apretarse el cinturón y nosotros quedaremos sin poderle vender sus postres y vinos que consumen de sobremesa. Para colmo, nuestros productos que exportamos, tal como los que importamos, van y vienen a por medio del transporte de empresas imperialistas, seguros imperialistas, tecnología imperialista, bancos y empresas comerciales imperialistas. Nuestra pequeña industria, es basada en la tecnología imperialista, sus repuestos y métodos de explotación, mantención,  explotación, etc. ¿Y entonces de que nos vanagloriamos, de que estamos entregando todas nuestras materias primas de la tierra y el mar a precios de huevo con la mínima mano de obra agregada a las metrópolis? No solamente eso, permitiendo inversiones imperialistas en condiciones que realmente son el hazme reír de las trasnacionales, cobrando impuestos irrisorios y facilitando la repatriación de ganancias al exterior prácticamente con el mínimo de control o beneficio para el país.

LA EXPLOTACION DEL COBRE, MODELO DE ENTREGA AL IMPERIALISMO

Chile es de lejos el mayor productor de cobre del mundo, con más del 40% de la producción mundial, y cerca del 70% de las exportaciones mundiales de cobre. Allende nacionalizó las principales minas de cobre, entonces en poder en compañías estadounidenses, y creó CODELCO, una gran empresa estatal, para operarlas. Pinochet no devolvió las minas, sino por el contrario duplicó el tamaño de CODELCO durante su mandato y hacia 1989 esta compañía junto a otra estatal, ENAMI, compra y refina cobre de medianas y pequeñas minas; responsables de casi todas las exportaciones y la mayor parte de la producción, y dejaban la mitad de cada dólar exportado como ingresos netos del Estado. La inversión extranjera en cobre (y otros sectores también) había sido pequeña hasta 1989, y consistía principalmente en un mineral mediano, Disputada, comprado por Exxon en 1978 y en un mineral enorme, Escondida, de propiedad de un consorcio encabezado por la canadiense BHP Billiton, pero que se hallaba entonces en fase de desarrollo.

A pesar de ello, durante los años 1980, Pinochet modificó su propia constitución política, aprobada en 1981, y que dice que en Chile todos los minerales son de propiedad inalienable del Estado, para permitir una figura legal de concesión indefinida de los minerales, que en la práctica entrega la propiedad de los mismos a los beneficiarios de tales concesiones. No se establecieron royalties ni otros impuestos especiales, de modo que las empresas mineras están sujetas al mismo régimen de impuestos que cualquier compañía que es de 16% sobre utilidades netas, deducible del impuesto global de 35%, el que se aplica cuando las utilidades son exportadas o retiradas. En el debate que tuvo lugar entonces entre los Chicago Boys al interior del gabinete de Pinochet, algunos insistían – tal como recomienda la teoría neo-clásica – en la necesidad de aplicar un royalty o impuestos especiales que capturasen la gigantesca renta de la tierra asociada a los minerales de alta calidad que posee Chile; pero finalmente se impuso el argumento de regalar esta renta, de modo de atraer capitales por entonces requeridos con desesperación.
El generoso esquema impositivo implementado no fue modificado por los gobiernos de la Concertación, cuando la inversión extranjera inundaba Chile – tan rápidamente que fue necesario establecer controles sobre los capitales de corto plazo, el afamado Encaje, que establecía que un tercio de la inversión debía ser depositado en el banco Central sin ganar intereses, y que no podían efectuarse retiros antes de un año – la mayor parte del mismo destinado a las minas de cobre.

Esta situación ha generado una fuerte crítica en el país hacia la actual política minera, la que se ha extendido, incitados por la escandalosa actitud de Exxon, que durante 23 años declaró pérdidas en su mina Disputada, y en el 2002 la vendió en 1.3 mil millones de dólares. Además de no pagar royalties, Exxon abusó de todos los resquicios en la ley de impuestos que pudo encontrar, principalmente sobre endeudando su mina chilena con su filial financiera establecida en las islas Bermudas y así extrayendo las ganancias bajo la forma de pagos de intereses, los que estaban prácticamente exentos de impuestos

Y ahora, que se cuenta con las superganancias producto del precio del cobre, el gobierno por un lado y los empresarios por otro exigen prudencia en los gastos y/o inversiones. Por un lado para no influir en la baja aun más del desvalorizado dólar, lo cual puede aun devaluar más las exportaciones agrícolas, y con eso atacar el bolsillo de sus compadres de la agroindustria. O por otro lado si se crean serias fuentes de trabajo, se podría aliviar la cesantía, y capaz que la mano suba si se va eliminando el desempleo, lo cual podría hacer que al necesitar mas trabajadores, estos podrían pedir un mejor salario por su fuerza de trabajo, lo cual podría reducir las ganancias patronales.

Nuestra economía es enormemente frágil, en la medida que conscientemente esta burguesía exportadora/compradora, se ha negado al desarrollo de la industrialización, y principalmente el desarrollo de la industria pesada, ha preferido desarrollar su instinto especulativo y negociación al mas puro estilo de mercaderes. Esto podría hacer, que con un aumento de los precios del petróleo a nivel mundial, no solamente podría afectar seriamente nuestra economía, si no la de países como China y Estados Unidos, lo podría hacer desminuir su desarrollo productivo conllevando consecuencias globales.

A pesar de todos estos problemas, nuestros capitalistas nacionales, siguen pensando que el libre mercado es el regulador de la economía, el gobierno hace tímidos intentos de humanizar el capitalismo, pero no se da cuenta que el estado se ha reducido de tal manera, y que por otro lado la entrega de corporaciones y servicios ha pasado masivamente a manos privadas, que aunque quisiera no tiene ni la habilidad y ni la capacidad para poder regular el mercado. Por otro lado, la presión de los mercados financieros a nivel internacional, significa que todos los gobiernos luchan por atraer capitales a sus países cada cual en condiciones más dañinas para sus ciudadanos. El efecto acumulativo del neoliberalismo, significa que todos los gobiernos están envueltos en continuo proceso de recortar los salarios y las condiciones de trabajo de sus obreros a nivel nacional. Su rol para atraer la así llamada inversión extranjera, no es mas que asegurar que estas se van a llevar a cabo suavemente sin levantar protestas obreras por las condiciones serviles que les impone el imperialismo y las empresas foráneas. Una vez que los gobiernos vendieron su alma al neoliberalismo, ya no tienen salida, son irreformables.

La amenaza que realmente le puede preocupar a los capitalistas, no es últimamente como les puede afectar el monstruo que han creado, y como ven disminuir su tasa de ganancia. Si no como les va a responder la clase obrera y las masas explotadas cuando se les desmorone su fachada. Nosotros decimos que la alternativa al neoliberalismo es una economía socialista planificada democráticamente bajo el control obrero. Nuestras primeras tareas serian la re-nacionalización y/o expropiación sin indemnización, poniendo las empresas bajo el control obrero. Desarrollar programas de trabajos públicos con salarios decentes y proveer pensiones y bienestar social para los trabajadores. La cuestión es bien clara, no se puede controlar lo que a uno no le pertenece. Por lo tanto lo central es que si los trabajadores poseen la riqueza que ellos producen, ellos estarán en condiciones de controlarla, utilizarla y ponerla al servicio de la sociedad que controlan.

Para asegurarnos que esto suceda, y que las grandes empresas nacionales y foráneas no se sigan llenando los bolsillos con el producto de nuestro sudor, debemos romper  con el neoliberalismo y marchar hacia el socialismo. Pero para ello necesitamos un instrumento, un partido revolucionario, luchar por la construcción de tal partido, si estas de acuerdo con nosotros ven y participa en la lucha por echar abajo el neoliberalismo marchando junto a las banderas de Revolución Proletaria.

EL CAPITALISMO NEOLIBERAL SAQUEA Y HUNDE AL PAIS

El sistema capitalista, ahora llamado neoliberal, es el que súper explota y oprime al pueblo trabajador de Chile, originando dos clases sociales diferenciadas: Por un lado, se ubican los dueños de los medios de producción y distribución, las fábricas, latifundios, agroindustrias exportadoras, los grandes comercios, los bancos y aseguradoras. Son los explotadores de nuestras riquezas naturales y de la mano de obra.

Por otro lado, están quienes únicamente poseen su fuerza de trabajo para subsistir, los trabajadores. Engrosan, también, la fila de los explotados: los pequeños propietarios de la tierra, dueños de talleres, pequeños comercios, profesionales de bajos ingresos y obreros y comerciantes informales.

En nuestro país, un puñado de grupos económicos y familias aristocráticas controlan la producción, el comercio y las finanzas, lo que constituye un insulto contra más de 16 millones de chilenos, de las cuales 800.000 mil viven hundidos en la miseria y,  tres millones en niveles de pobrezaAl mismo tiempo padecemos la explotación de grandes corporaciones internacionales, que se llevan lo mejor de nuestras riquezas. Además, enormes sumas de dinero salen del país,  en forma de pago de intereses de una fraudulenta deuda externa y otros de repatriación de ganancias, situación que se ahondó con la entrada en vigor de los Tratados de Libre Comercio (TLC) firmados con los países imperialistas.

En las ciudades, los trabajadores nos vemos obligados a soportar sobrecargas de trabajo, viviendo la angustia de pasar a formas parte de cientos de miles de desempleados o subempleados. Muchos de ellos se ven obligados a emigrar hacia países imperialistas de América del Norte o Europa, donde sufren todo tipo de violaciones a sus derechos laborales y humanos. 

En el campo, miles de familias campesinas sin tierra se han visto obligadas a trabajar de temporeros o empaquetadores en las grandes empresas agroindustriales, sumidos en la precarizacion laboral y  recibiendo salarios raquíticos. Tanto en la ciudad como en el campo, la carencia de vivienda y servicios públicos es padecida por cientos de miles  de familias. 

En el renglón educativo, acabar con la LOCE y reemplazarla con la educación universal gratuita y de calidad, desde los jardines infantiles hasta la universitaria, y un sistema de becas para los hijos del proletariado y el campesinado pobre.

La insuficiencia de servicios médicos públicos, ausencia de planes profilácticos modernos y un sistema privado de salud sumamente caro, propician una población menesterosa y enferma.

Todos estos problemas tienden a agravarse ante el cada vez más agudo proceso. Como respuesta, los gobiernos de la Concertación, continúan aplicando sus planes “neoliberales” de austeridad, saqueo y privatizaciones en colusión con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y un puñado de especuladores para garantizar altas tasas de utilidades a las empresas.

En Chile, la llamada “modernización” neoliberal de la sociedad ha sido anunciada como la solución a la crisis. Dichos planes, no hacen sino incrementar la superexplotación de los trabajadores, la hipoteca del país a las transnacionales  y el aumento del colonialismo yanqui.

LA CONCERTACION ADMINISTRADORES DEL MODELO NEOLIBERAL PINOCHETISTA

En nuestro país los sindicatos y los partidos que conformaron la Concertación  ejercieron una política del colaboracionismo entre los dirigentes de los partidos derechistas y las asociaciones patronales, que representaban a los capitalistas monopolistas criollos, para mantener el modelo neoliberal implantado a sangre y fuego por la dictadura. Se instauro una política de «reformas concedidas desde arriba» como un  veneno paralizador contra las movilizaciones de la clase obrera que tumbaban a Pinochet.

Con formas abiertamente reaccionarias la ideología burguesa de la Concertación, ha tratado de descomponer la conciencia de clase del proletariado, para impedir su desarrollo a niveles superiores, desarrollaron paso a paso en la sociedad todo un sistema del modo de pensar pequeñoburgués y consumista. Este tiene el objetivo de desorientar, desorganizar y desmoralizar la lucha de clases proletaria y se ha transformado políticamente en una parte sostenedora del poder de los monopolios.

El modo de pensar pequeñoburgués, introducido a través de los medios de comunicaciones faranduleros,  toma una posición aparentemente crítica con respecto a las relaciones sociales mientras que, al mismo tiempo, defiende al capitalismo y el consumismo, contra toda alternativa social. Las masas pueden tomar su decisión en favor del camino de la lucha de clases proletaria en la medida en que se organicen sobre la base de la lucha de clases, con contenidos y formas que adopten un modo de pensar proletario, a través de la lucha por la solución a sus necesidades.

La clase obrera en Chile, lleva la carga principal de la explotación y opresión. Ella está en una contradicción inconciliable con el capital monopolista y representa, como única clase revolucionaria, la futura sociedad socialista. Dispone de experiencias históricas  concentradas del periodo de la Unidad Popular, 1970-73, en los que tenia la ilusión y  esperanza de la construcción socialista. Desde fines del siglo 19 comenzó a concentrarse en masas en la industria de la minería, en los puertos y ferrocarriles, etc., y ahí aprende una disciplina de organización, lo cual le ha posibilitado asumir el liderazgo en la lucha de clases en varias oportunidades a través de su historia.

Hoy día, la juventud obrera sufre particularmente bajo la explotación y la falta de derechos. Ella encarna el futuro de la clase obrera y constituye el núcleo de la rebelión de la juventud contra el sistema capitalista, como ha sido demostrado últimamente en el levantamiento de los pingüinos.  A las obreras doblemente explotadas y oprimidas les corresponde el papel dirigente en el desarrollo del movimiento combativo de mujeres. Ellas representan allí la lucha por la liberación de la mujer. La clase obrera sólo puede asumir su tarea histórica en la lucha por abolir el dominio de clase capitalista si tiene conciencia sobre su papel dirigente. Sin embargo, producto de las traiciones de los reformistas, socialdemócratas y dirigentes sindicales amarillos,  el desarrollo de la conciencia de clase del proletariado no ha guardado el paso contra los ataques a sus conquistas, que les ha impuesto el modelo de capitalismo neoliberal.

La destrucción organizativa y política del movimiento obrero chileno a manos de la dictadura militar y la lucha por la unidad del movimiento obrero, contra el nuevo ascenso del capitalismo  chileno y contra la transición pactada con la dictadura,  fue impedida por la degeneración revisionista del Partido Socialista de Chile (PSCh) y sus aliados en la concertación. El reformismo ha descompuesto la conciencia socialista con que contaba mayoritariamente el movimiento obrero chileno. Esto posibilitó el proceso de transición, y nuevo ciclo de acumulación capitalista de la burguesía chilena, sin una notable resistencia.

También el Partido Comunista de Chile (PCCh), favorecido por su histórica dependencia al partido estalinista ruso,  degeneró hacia un partido revisionista, que hoy día combate principalmente por entrar en el circo parlamentario.  El Partido Comunista Chileno, no se ha hecho ninguna autocrítica de principios con respecto a su rol en la derrota del movimiento obrero chileno a manos de la dictadura, ni  a las relaciones de explotación burocrática que existían en la anterior Unión Soviética y los países del este de Europa, con su propaganda del «socialismo real», desacreditaron perdurablemente la idea del socialismo. Esto ha contribuido material y políticamente a descomponer la conciencia de clase, de un sector significativo del proletariado chileno. 

El reformismo en el periodo de la globalización se camufla como marxista pero deniega y falsea en realidad los principios fundamentales del socialismo revolucionario. El es una forma de la ideología burguesa en el seno del movimiento obrero. Propaga el oportunismo y desorienta a la gente que busca una alternativa social frente al capitalismo mediante una política seudo socialista.

Con su derrumbe en la Unión Soviética y en Europa del Este, el reformismo ha caído en una crisis abierta. Sin embargo, como parte integrante del orden social capitalista, busca cada vez más nuevas formas para poder continuar su trabajo de descomposición ideológica frente al movimiento obrero revolucionario.

En nuestro país,  el PCCh se ha convertido en un receptáculo de la izquierda pequeño burguesa. Su principio de organización es un «pluralismo» pequeñoburgués de las muy diversas corrientes oportunistas, como ha sido el caso de ser un pilar clave en el PODEMOS,  revisionismo moderno, socialdemocratismo de izquierda, centrismo,  feminismo pequeñoburgués, antiautoritarismo y pragmatismo.

En Chile el reformismo alcanzó un apogeo sin precedentes sobre la base de una larga política de reformas obtenidas de los gobiernos que seguían el modelo de la “sustitución de importaciones”. En lugar de librar la lucha de clases para derrocar el dominio capitalista, practicó la reconciliación de clases para salvar al capitalismo con su política de la Vía Chilena al Socialismo,  y de esa manera paraliza la voluntad de lucha de la clase obrera. Desde el fin de la política de reformas sociales el reformismo ha entrado en una crisis latente. Entretanto ha asumido la tarea del hacer apetecible a las masas el aceptar sin lucha el deterioro de sus condiciones salariales, laborales y de vida. 

El rol nefasto del reformismo unido a la presente estabilización relativa del capitalismo en Chile, ha hecho que muchos sectores populares rechacen los partidos y busquen una alternativa en los así llamados “movimientos sociales”. La «opinión pública» y los medios de información faranduleros, tambien ha ayudado a frenar cualquier cambio brusco. La internacionalización del modo de producción capitalista y el consumismo introducen una concepción del mundo burguesa que bombardea sistemáticamente al movimiento obrero bajo la forma del pragmatismo, que es alentada por el reformismo y la Concertación.  

POR LA CONSTRUCCION DE UN PARTIDO CON UN PROGRAMA SOCIALISTA REVOLUCIONARIO

Los monopolios y la propaganda gubernamental emplean cada vez más nuevas formas, para tratar de justificar y alargar la llamada “transición hacia la democracia”, e impedir cualquier ofensiva obrera en un amplio frente y una revolucionarización del movimiento de masas. La clase obrera para poder pasar con éxito al ataque contra el neoliberalismo, necesita desarrollar su propio programa político y de acción social independiente del reformismo.

La conquista del poder político es la meta estratégica de la lucha de clases del movimiento obrero. Los marxistas revolucionarios, tienen la tarea de ganar a la mayoría decisiva de la clase obrera por el socialismo y de llevar a niveles superiores sus luchas para que se dirijan en todos los aspectos contra el capital como instrumento de dominación política. Para lograrlo el partido, debe trabajar como hormigas difundiendo el programa revolucionario y,  participando en las luchas de los trabajadores en forma sistemática y perseverante, con el objetivo de unir a la clase en la unidad de acción, hacia un frente único de combate  en todos los problemas que son esenciales al proletariado.

La esencia de la táctica revolucionaria de Revolución Proletaria consiste en unir la lucha económica con la lucha política, o transformar la lucha económica en una lucha política y orientar la lucha de clases hacia la meta socialista. Para esto la clase obrera tiene que tomar el camino de la ofensiva obrera. El frente único, es un método indispensable para organizar, en todas las áreas que afectan al proletariado, como: la lucha por la protección del medio ambiente, por la liberación de la mujer, por la defensa y la ampliación de las conquistas sociales, de los derechos y libertades democrático-burgueses, contra la represión del aparato del Estado y de la sociedad. Asimismo, debe llevar a efecto la dirección de la clase obrera en la lucha de las amplias capas del pueblo contra la guerra imperialista y contra los peligros de guerra. El frente único, tambien juega un rol primordial en el movimiento combativo de mujeres, la resistencia popular activa y la rebelión de la juventud, y la lucha por la igualdad de derechos sindicales, de salarios entre hombres y mujeres, del pueblo mapuche por sus reclamos de tierra, culturales y políticos.

La clase obrera desea que la revolución se imponga sin aplicar la violencia. Sin embargo, la cuestión de la violencia se coloca independientemente de la voluntad del proletariado. Cuando las luchas toman un ascenso revolucionario la burguesía y sus monopolios, las fuerzas armadas y policiales por la defensa de la propiedad privada,  tratarán, según todas las experiencias históricas, de mantener su poder por medio de la violencia brutal. Por eso la clase obrera, bajo la dirección de su partido, debe alzarse en insurrección armada. Con el derrocamiento del capitalismo y la destrucción del aparato de Estado burgués, la lucha de clases del proletariado alcanza su forma más alta en el capitalismo. 

La futura revolución en nuestro país, como en cualquier otro, bajo las condiciones de una madura internacionalización de la producción no tiene otra salida que adoptar un carácter internacional. La colaboración internacional de los imperialistas para organizar la contrarrevolución y la interacción con la lucha de clases internacional actualmente hace imposible que un proceso revolucionario en un solo país pueda llevarse aisladamente al éxito. La historia esta llena de ejemplos, tanto en nuestro país, como en nuestro continente y a nivel mundial.

Según la forma, la lucha de clases del proletariado se libra principalmente a escala nacional. Va a crear un movimiento revolucionario que difiere de país a país, con desarrollo a saltos y un carácter y una dimensión diferentes. Sin embargo, según su esencia, será un proceso revolucionario mundial en el cual las huelgas masivas, las manifestaciones de masas y las luchas revolucionarias solidarias en los diferentes países, estarán en una interacción indisoluble. 

Por eso,  la construcción de un partido comunista revolucionario en nuestro país, debe ser parte del combate por la construcción de una internacional, y  comprender esencialmente la estrategia y táctica proletarias en cada país como la preparación de la revolución internacional. Ella debe desarrollar y apoyar activamente formas de organización apropiadas para coordinar y revolucionar las luchas de los obreros y de las masas populares a escala internacional. Ese es el camino hacia la unidad del movimiento marxista-leninista-trotskista  obrero internacional, hacia un nuevo ascenso de la revolución mundial. El proletariado internacional es el garante para la creación de una sociedad sin clases que no reconoce más las fronteras nacionales. 

En el sentido del internacionalismo proletario Revolución Proletaria se compromete a apoyar material, política y moralmente la lucha de liberación del proletariado y de los pueblos oprimidos de otros países contra el imperialismo.

Cada victoria de los obreros en lucha en todo el mundo, cada victoria de los pueblos oprimidos en la lucha por su liberación nacional y social fortalece la lucha aquí en Chile. Y al revés, cada victoria de la lucha de la clase obrera chilena fortalece la lucha de la clase obrera en todos los países y de los pueblos oprimidos y debilita el imperialismo.

A partir del desarrollo de la técnica moderna la socialización de la producción se produjo a escala internacional y fue llevada hasta su extremo. Esto requiere una gran producción que crece permanentemente, en la cual las conexiones de la producción deben disponerse cada vez más según un plan y sistema sin que se afecten las relaciones de explotación del proletariado y garanticen la ganancia. Actualmente las fuerzas productivas ya han adquirido un nivel tal que permitirían dar condiciones de vida humanas y un alto nivel cultural a toda la humanidad. De esta manera, el capitalismo ha creado todas las condiciones materiales necesarias para el socialismo, mientras que el dominio de los monopolios basado en la ganancia y no en las necesidades genuinas del ser humano, se ha convertido en la traba decisiva de cada progreso social.

Sólo el derrocamiento del dominio capitalista y la edificación del orden social socialista abolirán todas las formas de la explotación y opresión de las masas trabajadoras. Se van a superar las crisis económicas y la instigación a la guerra, las fuerzas productivas serán liberadas de las cadenas capitalistas, y se va a restablecer y desarrollar a niveles superiores la unidad entre el hombre y la naturaleza.

Después de derrocada la dictadura de los capitalistas y de conquistado el poder del Estado, la clase obrera tiene que establecer la dictadura del proletariado y transferir los medios de producción a la propiedad común a la totalidad del pueblo trabajador.

El viejo modo de producción debe ser transformado fundamentalmente. Cada uno debe participar en el trabajo social según sus capacidades y tomar parte en la distribución de la riqueza social según su trabajo realizado.

Mediante la revolución socialista de la economía, la producción y las fuerzas productivas pueden desarrollarse sin trabas aprovechando conscientemente todas las ventajas de la gran producción internacionalizada sobre la base de la tecnología más avanzada. En el socialismo los pueblos cooperan sobre el fundamento de la igualdad de derechos y para el beneficio mutuo. Las necesidades materiales y culturales, que crecen permanentemente, se pueden satisfacer cada vez mejor en consonancia con el medio ambiente natural.

Eso sólo se puede lograr por la acción de masas consciente de la clase obrera y de sus aliados y nunca por meras ordenanzas de las autoridades de la sociedad socialista. Son las masas obreras y sus autoorganizaciones, basadas en los consejos obreros, campesinos, de pobladores y el pueblo mapuche,  quienes juntos al partido socialista revolucionario tienen que tomar en sus manos la dirección y administración de la producción y de la sociedad. En el interés del pueblo trabajador deben aprender a desarrollar una cultura proletaria, una disciplina consciente y voluntaria así como la más alta iniciativa creadora, y superar todos los remanentes de la moral burguesa. Los consejos obreros juegan un papel particular en el control de la burocracia y para la realización de los intereses de las masas en el socialismo, se estructuran sobre la mas amplia democracia proletaria, sus dirigentes son elegidos democráticamente y revocables si no cumplen con lo acordado por las asambleas. Las mujeres deben integrarse sistemáticamente en todos los sectores de la producción y administración social y se debe descargar a las familias individuales privadas de las tareas sociales como la educación de los niños y las tareas del hogar. Todas las tareas socialmente necesarias se organizan también socialmente. La liberación de la mujer es una tarea social primordial. 

El socialismo representa una sociedad transitoria del capitalismo al comunismo. Para alcanzar sus objetivos comunistas la clase obrera organiza, con la dictadura del proletariado, la lucha de clases en el socialismo y practica el internacionalismo proletario. Su tarea principal consiste primero en reprimir la resistencia de los capitalistas y eliminar todas las bases de su existencia como clase. Se trata de desarrollar y preservar la democracia para las amplias masas. Durante esa fase las formas de lucha política y militar se encuentran en un primer plano, teniendo en cuenta que la lucha ideológica es el factor dirigente. Es necesario crear de primer momento un nuevo tipo de aparato administrativo con su administración correspondiente. La sociedad socialista debe poner en práctica un sistema de autocontrol y fiscalización por parte de los consejos de obreros, para que estas tareas sociales se lleven a cabo al servicio de las masas. La clase obrera organizada, y basada en el control obrero debe  ser responsable de la economía planificada democráticamente. Esto expresa desde el comienzo la esencia de la dictadura proletaria: lucha ideológico-política sistemática por la conciencia socialista para superar la ideología burguesa en unidad con la transformación socialista de la base económica de la sociedad y del modo de vida social.

También en el comunismo, después de la victoria de la revolución mundial, la dictadura del proletariado se mantiene por cierto tiempo. Su tarea principal consiste en deshacer progresivamente el sistema de clases en general. La tradición de la ideología burguesa influye todavía durante largo tiempo. Sólo cuando se haya vencido finalmente a la ideología burguesa, se extinguen las clases y el Estado y comienza la sociedad sin clases. El trabajo ha llegado a convertirse en la primera necesidad vital porque ofrece a cada uno la ocasión de formar cada vez mejor sus capacidades físicas e intelectuales y ponerlas al servicio de la sociedad. Se ha superado la desigualdad social entre el hombre y la mujer. La separación entre el trabajo manual e intelectual, entre la ciudad y el campo también pertenece al pasado, así como la división del mundo en Estados nacionales. Los frutos de la producción social, que ahora existen en abundancia, no se van a distribuir más según el trabajo realizado, como en el socialismo, sino según las necesidades de los seres humanos.

Stalin a la cabeza de la burocracia usurpó el poder político en la Unión Soviética, a través de una contrarrevolución política. La burocracia llevó hacia la abolición de los principios socialistas. La satisfacción cada vez mejor de las necesidades materiales y culturales de toda la sociedad, fue reemplazada por planes económicos burocráticos que no consideraban para nada las necesidades de las masas. La burocracia estalinista tenía el poder de disposición sobre los más importantes medios de producción, los bancos, las organizaciones comerciales y los medios de transporte. Ella exigió el derecho a una parte de la plusvalía producida por los trabajadores en correspondencia a su posición en la burocracia.

Los estados obreros del este de Europa fueron establecidos como copias de la Unión Soviética, siendo degenerados desde su creación. A pesar de haber derrocado al imperialismo, su objetivo era la coexistencia pacifica con el imperialismo. Los estalinistas mantuvieron la economía planificada burocráticamente dentro de las fronteras de cada país. Esto privo a las diversas economías de los beneficios de la integración dentro de la división internacional del trabajo. 

El derrumbe económico y político de la antigua Unión Soviética y de su estructura de dominación sobre los estados obreros degenerados en 1991, fue celebrado por los medios de comunicación de masas burgueses en todo el mundo como el «fin del socialismo» y el comienzo de un «nuevo orden mundial». En realidad, el mundo vivió la caída de la burocracia contrarrevolucionaria, que actuaba como agente ideológico del capitalismo al interior del estado obrero. Las relaciones de producción burocráticas anquilosadas y la concentración de una gran parte del potencial económico de la Unión Soviética en el armamentismo nuclear, llevó a que su economía sufriera un atraso cada vez mayor. Como resultado se produjo el derrumbe económico y político. Esto fue la expresión de la bancarrota del estalinismo,  que incluso en su muerte le ha dado una prolongación al capitalismo al ocupar ahora este esos mercados para su propio beneficio. 

El movimiento marxista revolucionario tiene que sacar sus conclusiones de la restauración del capitalismo en todos los países que se reclamaban socialistas sin excepción. La lucha de clases entre el camino socialista y el capitalista determina también el desarrollo de las contradicciones en la sociedad socialista durante un muy largo período histórico. Esta lucha se libra no solamente por el modo de pensar, sino que se necesitan mantener activos y dinámicos los consejos obreros (soviets) que proponen y fiscalizan el modo de dirigir la sociedad.

Las clases dominantes utilizan, después del fracaso del viejo anticomunismo agresivo, una nueva forma de su propaganda burguesa: el anticomunismo moderno. Este apareció en el momento, cuando era necesario sacar conclusiones de las experiencias negativas de la restauración del capitalismo.

El socialismo no se ha acabado. Antes bien, la idea del socialismo vive en las masas populares de todos los países y va a ganar una nueva fuerza de atracción, pues la crisis general del capitalismo da diariamente nuevas enseñanzas objetivas sobre la necesidad de una sociedad socialista. El socialismo es la síntesis de las ideas y conquistas más progresistas de la humanidad. El socialismo no es un esquema fosilizado, sino que crece de la variedad de la vida y de la lucha de las masas. Es el próximo paso social hacia adelante, en el cual el progreso revolucionario de las fuerzas productivas se utilizará en beneficio de toda la sociedad.

TRANSICION HACIA UNA OFENSIVA OBRERA

Este año se cumplirán noventa años de la revolución rusa y sesenta y nueve años de la fundación de la Cuarta Internacional. Tanto los que se reclaman herederos de la Revolución Rusa como aquellos que se dicen seguidores de Trostky, van a sacar polvorientos documentos que tienen guardados para estos aniversarios especiales, los van a sacudir y van a afirmar de una manera u otra la validez de ellos. Una vez que pasen esos aniversarios los van a retornar a sus estantes y continuaran en la práctica con una negación sistemática de esos métodos revolucionarios que los ha caracterizado por décadas.

Revolución Proletaria, en contraste aprovecha este año para lanzar su Programa de Acción, siguiendo el método bolchevique leninista, y el de la revolución permanente. Para nosotros es urgente la necesidad de contribuir teórica y prácticamente a la lucha por la reelaboración política y el combate practico en la lucha de clases de hoy día. Hoy día mas que nunca, cuando los así llamados socialistas se pasaron con camas y petacas a la defensa e implementación del programa neoliberal, tanto en Europa como en nuestro país, y los estalinistas tratan de colgarse del ultimo vagón de la Concertación, y los centristas que se reclaman del trotskysmo vacilan entre el oportunismo y el sectarismo, Revolución Proletaria levanta su Programa de Acción. Creemos que nuestra lucha sólo puede tener éxito si se basa en un programa de acción revolucionario que siente como su objetivo el total derrocamiento del capitalismo, darle el poder a la clase obrera y el establecimiento del socialismo. Pero para poder arribar al socialismo, debemos ligar las luchas diarias de la clase obrera, que se desarrollan en la sociedad capitalista con la lucha por derrocar el sistema en su conjunto. Los revolucionarios no planteamos ningún programa mínimo que contribuya a remendar, parchar o fortalecer las estructuras del capitalismo, esa tarea es la que realiza la Bachelet y sus acólitos reformistas. La destrucción del sistema sigue siendo nuestro objetivo. Pero para llevar a efecto esta misión, nosotros planteamos en nuestro programa la necesidad de satisfacer las demandas inmediatas y urgentes de los trabajadores.

Hoy día los trabajadores de nuestro país se quejan que los salarios no les alcanza para llegar a fin de mes, las jornadas de trabajo son excesivamente largas y agotadoras, los servicio de salud y educación son privatizados y fuera del alcance de sus bolsillos, o los fiscales son de malísima calidad.  Pero incluso cuando estas reformas se lograran conseguir en el sistema actual, no son más que temporales; así fue demostrado por el bestial golpe de estado del año 1973. Las reformas escalonadas, no pueden nunca eliminar la explotación capitalista.

Hoy día los que se reclaman  revolucionarios se limitan a hacer propaganda por el socialismo y no participan en lucha por las reformas, así nunca conquistarán la influencia de masas en la clase obrera. Para evitar caer en los errores del pasado planteadas en los programas “mínimos” y “máximos”, las luchas inmediatas de la clase obrera deben ser transformadas, de modo tal que satisfagan las necesidades inmediatas y desafíen el poder de los capitalistas en su conjunto. Éstas necesitan atacar los pilares fundamentales del poderío de los patrones: el derecho a contratar a todos los trabajadores en iguales condiciones, abajo con la subcontratación,  por convenios colectivos por ramas de trabajo,  a limitar el poder de los patrones a dirigir, por controlar el proceso de la producción, por la escala móvil de aumentos de salarios para combatir las alzas que afectan a la clase obrera., etc.

De aquí que la idea de las consignas transicionales, pueden actuar como un puente entre las luchas defensivas parciales, y la lucha por la revolución socialista. A su vez estas consignas son a la vez la forma más efectiva de resistir los ataques de los capitalistas y un desafío a la esencia del sistema mismo.

Junto con luchar por reivindicaciones transitorias, debemos de plantear la formación de nuevas organizaciones de control obrero, desafiando directamente la propiedad capitalista y el control que ellos tienen sobre nuestra existencia. Como son los comités de huelga, de usuarios del transporte, de pobladores por la vivienda, etc. Solamente la revolución socialista podrá dar satisfacción a las necesidades de las masas de una forma permanente.

El Programa de Acción de Revolución Proletaria es todo un sistema de consignas, demandas y reivindicaciones que nos permiten expresar en forma clara y precisar las acciones que llevaremos adelante para conseguir nuestros postulados, objetivos y fines: la sociedad justa, sin explotados ni explotadores, sin opresores ni oprimidos, sin racismo ni segregación contra las minorías, una sociedad donde la riqueza se distribuya equitativamente para desaparecer la miseria y la pobreza, pero también elimine el yugo colonialista de las potencias imperialistas sobre nuestra nación, nuestra sociedad quedará libre de toda opresión e iniciará la senda del crecimiento sostenido y la justa distribución de la riqueza social.

De ahí que nuestro Programa de Acción, articula todo un sistema de demandas (expresadas en forma de consignas), que por orden son: demandas democráticas, nacionales, indígenas, campesinas, obreras y populares, antineoliberales y anti-imperialistas, para tender un puente entre el nivel de conciencia y la situación concreta de los trabajadores, urbanos y rurales hasta encontrar el camino del triunfo de la sociedad a la que aspiramos.

Nuestro Programa de Acción busca, también, formar ideológica y políticamente a nuestros miembros y simpatizantes, para promover la lucha política dentro de la sociedad.

Nuestro Programa gira alrededor de tres tareas centrales:

  • Luchar por la Revolución Socialista. Sin una Revolución Proletaria Socialista, será imposible conseguir todas las demandas por las cuales luchamos.
  • La segunda tarea es: trabajar por construir un Partido Revolucionario. Revolución Proletaria contribuirá con todas sus fuerzas para que la misma surja y se desarrolle. Esta tarea es una necesidad imperiosa ya que será la que conducirá exitosamente a los objetivos trazados.
  • Y la tercera, es preparar la participación activa de nuestros militantes en las luchas del movimiento obrero y popular, basados en nuestros principios y programa.

 

EL CAMBIO SOCIAL SERA SOCIALISTA, DEMOCRATICO Y ANTIIMPERIALISTA, SERA DE LIBERACION NACIONAL Y SOCIAL

El cambio social deberá ser total, desde el régimen hasta la base socioeconómica y erigirá otro sistema social, donde no exista la explotación del hombre por el hombre, donde se planifique la economía teniendo como principio la satisfacción de las necesidades más apremiantes del pueblo, impulse la cultura, el arte, la ciencia y la solidaridad humana.

Para ello deberá abolir la gran propiedad privada de los medios de producción e intercambio, para transformar en propiedad social.

Será un cambio social tallado por las manos callosas de los trabajadores del campo y de la ciudad. Los trabajadores dada su ubicación y peso en la sociedad capitalista, son la principal fuerza que puede encabezar la lucha por el socialismo. Los campesinos, los indígenas, las amas de casa, los jóvenes estudiantes jugarán un papel de fundamental importancia, para arribar a la nueva sociedad y al nuevo régimen con el que soñamos todos los días.

Será un cambio social que ofrezca solución definitiva al proletariado urbano, quienes aliados a los campesinos pobres, buscaran recuperar las tierras, fincas, latifundios, que les han sido arrebatados.

Será un cambio social a favor del pueblo, de los asalariados y marginados que sufren también la explotación del sistema actual y de las medidas neoliberales.

Será antiimperialista y de liberación nacional, porque terminará con el saqueo, intervencionismo y explotación de que somos víctimas por parte de las grandes potencias financieras y los pactos que no atan a sus dictados colonialistas.

Será democrática, porque obreros, campesinos y demás explotados y oprimidos, ansiosos de libertades democráticas, acabarán con la antidemocracia, la corrupción y el poder autocrático de los capitalistas. La democratización de los sindicatos y demás organizaciones sociales, será parte de este proceso. La sociedad entera arribará a la plena vida democrática, como nunca antes la había vivido.

Nuestro cambio social, será parte de los cambios mundiales en pro de un mundo justo, equitativo e igualitario, sin el dominio de un puñado de naciones poderosas sobre el resto.

La emancipación de los trabajadores y pueblos colonizados será obra de ellos mismos; no es posible la liberación nacional de Chile, mientras toda América Latina siga bajo las garras del capitalismo imperialista de los Estados Unidos. Por eso nuestro cambio social será parte de la liberación latinoamericana y mundial.

Será un cambio social que construirá el socialismo con democracia, donde imperarán las más amplias libertades jamás conocidas por la humanidad y Chile.

Las grandes potencias saquean y explotan a todos los países coloniales y semicoloniales. Para ello se han repartido el mundo entero en zonas de influencia. Cuando es necesario constituyen alianzas para aplastar a los pueblos que buscan su liberación. Todos los días arrecian sus presiones sobre las naciones débiles y en crisis.

En nuestro país, los trabajadores el campo y la ciudad, sufren una doble opresión: la del imperialismo yanqui y la de los monopolios nativos aliados incondicionalmente a las transnacionales. Para que triunfe nuestro pueblo frente al dominio imperial es necesario que se desarrolle la solidaridad latinoamericana, basada en el internacionalismo proletario.

Un paso trascendental será la unidad de países y pueblos de América Latina para levantar las banderas socialistas en pos de una sola patria latinoamericana, una federación de repúblicas socialistas latinoamericanas independientes y autónomas. La cooperación regional, el intercambio comercial justo y equitativo, suplirá al saqueo de nuestros recursos, el intercambio comercial injusto y que sólo beneficia a un puñado de monopolios, quienes imponen sus precios y fijan las reglas de la exportación.

POR UNA SALIDA OBREA Y POPULAR A LA CRISIS PROVOCADA POR EL NEOLIBERALISMO

Desde los años setenta, el sistema capitalista chileno inició representado por la brutal dictadura pinochetista y de los Chicago´s Boys, implanto a sangre y fuego el modelo neoliberal, al mismo tiempo que el capitalismo mundial era atrapado por la crisis crónica de la economía.

Esta crisis llevó al imperialismo a fraguar una nueva división internacional del trabajo con el objeto de extraer más y más ganancias y recursos de los países coloniales y semicoloniales. Situación que llevó al régimen político chileno a convertirse en agente de los dictados y recetas neoliberales del imperialismo yanqui y del Fondo Monetario Internacional. A esta política le llaman los tecnócratas del poder. “Modernización”, “globalización” y “neoliberalismo”.

Por más de 30 años se han desarrollado e instrumentado planes económicos, que han hecho de Chile el mas extremo modelo neoliberal de entrega al imperialismo. Hoy estos planes de ajuste permanente, van a fondo en su labor expoliadora y de entrega al capital imperialista.

POR EL RECUPERAMIENTO Y MEJORAMIENTO DEL NIVEL DE VIDA DE LAS MASAS EXPLOTADAS Y OPRIMIDAS

La profundización del neoliberalismo, continuado por Michelle Bachelet,  nos afecta de dos maneras. Por un lado reducen el presupuesto destinado a servicios médicos-asistenciales, educativos, obras públicas, servicios y creación de empleos. Por otro bajan los salarios, aumentan la jornada laboral y los despidos. Es por ello que luchamos por: .La transición hacia la ofensiva obrera. El factor dirigente del movimiento transformador social por una sociedad socialista liberada es la transición hacia la ofensiva obrera. La realización de la consigna de la ofensiva obrera tiene diferentes aspectos.

La lucha por reivindicaciones inmediatas y por consignas parciales debe librarse de manera ofensiva ligándola a los problemas y demandas políticas, para que pueda desarrollarse a niveles superiores. Actualmente, la lucha por la defensa y creación de nuevos puestos de trabajo, contra la flexibilización laboral y los subcontratos,  son puntos centrales del sentir de los trabajadores. Partiendo de la lucha por puestos de trabajo la clase obrera debe combatir al desempleo a costa de las ganancias de los monopolios. Como punto central se plantea la reivindicación obrera de la jornada laboral máxima de 40 horas semanales con completa compensación salarial.

La lucha económica debe unirse con la lucha política o debe transformarse en lucha política. Sólo de esta manera pueden comprender los obreros que sus experiencias concretas con la explotación y opresión empresarial son una expresión de la dictadura del capitalismo y que el Estado es el instrumento de dominación decisivo de los monopolios. En cada huelga por la defensa y mejora de las condiciones salariales y laborales se encuentra el germen de la lucha política. Este debe seguirse desarrollando sistemáticamente. El motor de la transición a la ofensiva obrera es la unidad entre la juventud y los obreros.

Para que la lucha de los obreros pueda transformarse en lucha de clases, se debe aunar las luchas individuales en luchas de masas y desarrollarlas a niveles superiores. Por eso la organización de la solidaridad de clase, de acciones solidarias y de huelgas es de importancia fundamental para el desarrollo a niveles superiores de la lucha de clases. Las huelgas deben unirse con manifestaciones para que se coloquen en un contexto social general.

En caso determinado se debe romper el marco sindical y la clase obrera debe pasar a luchas autónomas. Esto es aún más así, cuando la lucha de los obreros se transforma más y más en lucha política, es decir, se convierte en lucha de clases en su verdadero sentido.

Las reivindicaciones más importantes de la ofensiva obrera son: 

  • Jornada laboral de 40 horas semanales con completa compensación salarial
  • Por un derecho de huelga legal, integral y en todo aspecto
  • Por la libre actividad política y sindical en las empresas
  • Libertad ilimitada de manifestación y de reuniones
  • Una eficaz protección contra el despido y pago ilimitado de sueldo en caso de enfermedad
  • Luchar contra la flexibilización del tiempo de trabajo
  • Transformación de los contratos de trabajo limitados en contratos ilimitados
  • Reducción del trabajo en los días sábado y domingo y limitación del trabajo por turnos
  • Reducción de horas extras, de la presión del trabajo y de condiciones laborales que dañen la salud
  • Un mínimo de 4 semanas de vacaciones legales
  • Contra la reducción del sueldo por parte de los monopolios y el Estado
  • Por el aumento de sueldo, mínimo de $300.000
  • Mismo sueldo por mismo trabajo Convenios colectivos uniformes en todo Chile
  • Un salario mínimo vital y móvil que alcance para cubrir todas las necesidades materiales y culturales de una familia.
  • El aumento de salarios hasta recuperar el poder adquisitivo perdido en las últimas décadas.
  • La escala móvil de salario, para proteger los ingresos de los trabajadores de la inflación. Luchamos porque esta demanda se eleve a rango constitucional. Es decir, que a cada aumento de precios, aumenten los salarios en forma automática y en la misma proporción.
  • Para combatir el desempleo demandamos jornada laboral de 40 horas y creación de fuentes de empleo.
  • La escala móvil de horas de trabajo, ya que conforme aumenta la productividad laboral, debe producirse la jornada a 40 horas. Las horas-trabajo liberadas servirán para dar empleo a los desocupados. En caso extremo, las horas disponibles de trabajo se deben repartir entre todos los trabajadores sin que reduzca el salario ni las prestaciones.
  • El seguro de desempleo. Los fondos para garantizar este seguro deberán provenir del gobierno y un impuesto especial a patrones.
  • Un plan de obras y servicios públicos para construir viviendas, escuelas, hospitales, carreteras y urbanizar los barrios más humildes. Para la realización de estas obras se emplearán las ganancias del cobre y fondos destinados a la deuda externa. Este plan dará empleo debe ser controlado por los trabajadores, para que los contratistas y los funcionarios corruptos no se roben los dineros.
  • La reducción de impuestos a los trabajadores y pequeños empresarios. Anulación del IVA y del impuesto predial a la pequeña propiedad, y aplicar impuestos progresivos a los ricos y las grandes empresas nacionales y extranjeras.

 POR UNA NUEVA DIRECCION SINDICAL DEL MOVIMIENTO OBRERO

Las luchas obreras de los últimos años han generado nuevos luchadores sindicales al mismo tiempo, que las viejas, burocráticas y corporativistas direcciones gremiales han entrado en franca crisis, mostrando la corrupción, y su escasa o nula vocación de servicio a los agremiados que dicen representar. La negativa consciente a prestarle apoyo material, político y social al levantamiento de los pingüinos testimonia la podredumbre de la dirección de la CUT y demás dirigentes burocratizados.

Luchamos por construir una corriente clasista transversal en los sindicatos, como el germen de una nueva dirección sindical democrática y clasista de lucha contra la explotación y arbitrariedad patronal. Al estar ligados a sus bases y ser electos democráticamente serian ya una escuela democrática para la sociedad entera.

Nos pronunciamos por sindicatos donde las finanzas sean controladas por las bases y los dirigentes ganen igual salario que los trabajadores, sin privilegios de ninguna especie, donde el lema sea: !Que la base decida¡

El gobierno controla a los trabajadores gracias a que los dirigentes amarillos implantaron un régimen burocrático en los sindicatos y defienden a los partidos del gobierno. Tal situación es un obstáculo para la politización clasista de los sindicatos. Por eso luchamos por la democracia e independencia de los sindicatos frente a los patrones, el gobierno y los partidos políticos. 

A la división sindical impuesta por la burocracia sindical amarilla, propondremos la unidad de los sindicatos, federaciones y confederaciones, sin ningún control caudillista; nos pronunciamos por sindicatos nacionales de rama de industria y contratos colectivos únicos y una Central Única de Trabajadores de la ciudad y el campo.

Nos pronunciamos por el derecho irrestricto de huelga y contratación colectiva. La mayoría  de los trabajadores – no están sindicalizados, unos por estar considerados como trabajadores de confianza, otros por laborar en pequeños establecimientos que escapan al interés de los burócratas sindicales o porque engrosan las filas en la llamada “economía informal”. Estos chilenos en una buena medida carecen de todos los derechos laborales mínimos como: derecho a huelga, contratación colectiva, Seguro Social, etc. En nuestro país, apenas menos del 10% de los trabajadores son miembros de un sindicato. Planteamos una agresiva campaña de reclutamiento sindical. Sobre todo en las industrias, las grandes tiendas, los servicios públicos, los trabajadores del campo, donde los caciques o latifundistas encubiertos la impiden con el poder de sus amenazas de despidos y cuerpos de seguridad.

Nos pronunciamos por la eliminación de todas las restricciones para sindicalizar y derechos plenos a contratación colectiva y huelga, a los  trabajadores de cualquier rama de los empleados públicos.

POR UN TRABAJO CLASISTA EN LAS EMPRESAS Y LOS SINDICATOS

El trabajo por levantar Corrientes Clasistas en las empresas y en los sindicatos, en el seno de los obreros y empleados de las grandes empresas industriales, constituye el frente principal de lucha de los marxistas revolucionarios. Teniendo en cuenta la totalidad del trabajo partidario, el partido revolucionario tiene que dar prioridad con respecto a la construcción de otras células. Ellas forman la espina dorsal proletaria en el sistema del trabajo de hormigas de los revolucionarios. 

La tarea principal de las Corrientes Clasistas de fábrica consiste en iniciar y desarrollar a niveles superiores las luchas obreras, y despertar y elevar sistemáticamente la conciencia de clase proletaria del proletariado industrial y de sus familias. La lucha por reivindicaciones parciales económicas y políticas debe llevarse a cabo como escuela de la lucha de clases. Esta es una lucha para contribuir a la politización revolucionaria de las masas.

Los militantes revolucionarios deben tomar un papel activo para hacer avanzar el trabajo en los sindicatos que son las autoorganizaciones más importantes de la clase obrera. Combaten cada forma de la política de colaboración de clases y se empeñan por transformar a los sindicatos en organizaciones de lucha para defender y mejorar las condiciones salariales y laborales. Para elevar la conciencia de clase proletaria rechazan la política reformista del actuar en representación de las masas y fomentan la actividad combativa y la iniciativa propia de la masa de los afiliados en los sindicatos. Aspiran por un estrecho lazo del partido revolucionario de la clase obrera con los sindicatos, pero sin violar su carácter independiente. Para esto difunden el espíritu de la lucha de clases en los sindicatos, organizan la solidaridad de clase internacional, fomentan al movimiento combativo de mujeres y apoyan particularmente los intereses de la juventud obrera. 

Mientras los marxistas revolucionarios enfrentan irreconciliablemente cada intento de la burocracia sindical reformista por tutelar a las masas de los sindicatos y detener el desarrollo de la lucha de clases, rechazan, al mismo tiempo, cada tipo de actividad antisindicalista. Se guían por el principio de no sacar ninguna ventaja personal de las funciones empresariales y sindicalistas.

Además de las huelgas sindicales, los marxistas revolucionarios apoyan, dado el caso, el sobrepasar los marcos sindicales y la realización de huelgas autónomas. Este tipo de huelgas adquiere cada vez mayor importancia en tanto las luchas individuales de los obreros se transformen en luchas de masas, las luchas económicas se desarrollen hacia luchas políticas y las luchas de un marco nacional se conviertan en una parte de la lucha de clases internacional.

La línea directriz del trabajo constructivo de los marxistas revolucionarios en los sindicatos se resume en las siguientes consignas: 

  • Por sindicatos en calidad de organizaciones de lucha para defender y mejorar las condiciones salariales y laborales
  • Por un fuerte sindicato único por rama de industria
  • Por la unidad obrera de los trabajadores chilenos y extranjeros
  • Por un trabajo sindical en la juventud para fomentar la unidad entre los jóvenes y los viejos
  • Por la fomentación del movimiento combativo de mujeres contra toda forma de la particular explotación y opresión de las mujeres
  • Por un carácter independiente de los sindicatos, por estructuras democráticas y autoorganizadas democráticamente
  • Por la unión de las luchas sindicales y con los movimientos sociales en combate
  • Por la ampliación de los derechos y libertades sindicales y políticas
  • Por la solidaridad obrera internacional y la unidad del movimiento sindicalista internacional
  • Por la perspectiva del socialismo como parte integrante de los sindicatos
  • Disolución de la burocracia sindical.
  •  

SEGURIDAD INDUSTRIAL Y SALUD PARA TODOS LOS TRABAJADORES DE LA CIUDAD Y EL CAMPO

Todos los gobiernos de la Concertación sin excepción no han hecho ningún esfuerzo por siquiera reducir los accidentes laborales. En la industria salmonera, la construcción, la minería, el transporte de carga y pasajeros, en la agricultura el uso de pesticidas tóxicos que incluso están prohibidos en muchos países causa estragos en los obreros y obreras, esto solo para enumerar algunos.

El gobierno les permite a los empresarios que en aras de una mayor producción y ganancia, tengan licencia para amenazar diariamente la vida de los trabajadores. Para impedir que estos “asesinatos industriales” continúen, es necesario abolir las leyes sindicales heredadas de la dictadura, e incluir en una nueva legislación laboral, el derecho a constituir los trabajadores Comités de Seguridad Industrial con el derecho a inspección e incluso a parar las faenas peligrosas para salud de los trabajadores y la población. Esta es la única manera de evitar que sigan muriendo obreros y obreras y docenas queden discapacitadas anualmente. Igualmente demandamos que hayan seguros a costa de las empresas que paguen una justa compensación que incluya atención medica, mantener el sueldo como en servicio activo y si es necesario pensión, para el afectado o sus familiares.

Esta absolutamente claro que el aumento de accidentes industriales, es antes que nada causado por el sistema laboral imperante, la subcontratación, el empleo temporal y la casualizacion laboral. En las grandes empresas, solamente un pequeño grupo de trabajadores de planta con contrato fijo o indefinido, pueden gozar de niveles un poco mas seguros frente a las faenas desempeñadas, mientras el resto que trabajan para las empresas subcontratistas, son expuestos a los peligros mas grandes.

Los que son los que directamente manufacturan o producen la riqueza, deben tener completo control de sus propias condiciones de trabajo y que están sean férreamente controladas e implementas por una legislación de seguridad industrial ahora, para ello necesitamos:

·                    Responsabilidad corporativa de las empresas en los tribunales del crimen por todos los accidentes laborales que ocurran.

·                    Que las empresas publiquen anualmente las estadísticas relacionadas con los accidentes industriales.

·                    Que todas las empresas tengan contratados seguros para accidentes industriales para su personal.

·                    Que los servicios de salud estatales, los bomberos y agencias gubernamentales ambientales controlen periódicamente los lugares y condiciones de trabajo con el derecho aplicar multa a los empresarios infractores.

·                    Cursos regulares de seguridad industrial y entrega de equipos de protección laboral a cuenta de las empresas.

·                    Todos los accidentes laborales deben ser meticulosamente investigados.

·                    Inspectores de Seguridad Industrial elegidos por los trabajadores, tienen el derecho a informar a las empresas de las necesidades de mejoramiento con plazos fijos para que se cumplan.

·                    Los Inspectores de Seguridad Industrial elegidos por los trabajadores deben contar con fuero sindical.

·                    Prohibir el uso de substancias químicas, las cuales han sido probadas que son dañinas a la salud como: asbestos, pesticidas, incesticidas, de limpieza que han sido ya descalificadas en los países imperialistas y reemplazarlos por sustitutos seguros e inofensivos a la salud publica y de los trabajadores.

·                    Reconocer el Stress como una enfermad industrial producidas por las condiciones de trabajo.

·                    A parar la privatización de los servicios públicos.

·                    Establecer un día para recordar a los trabajadores fallecidos en accidentes industriales.

POR UNA REFORMA URBANA INTEGRAL

Cientos de miles de familias chilenas carecen de vivienda digna, docenas de miles viven de allegados con sus familiares o amigos, otras tantas viven asentadas en terrenos irregulares y carentes de servicios públicos elementales y, millones de chilenos, tienen moradas en ruinas o creciente deterioro y miles viven endeudados con los pulpos de los bancos que cobran intereses leoninos.

La pobreza que existe en las ciudades, es producto del fracaso del capitalismo y específicamente de la política neoliberal del gobierno, que ha privatizado todos los servicios públicos hasta extremos intolerables.

 Por eso exigimos:

  • Que los asalariados y no asalariados tengan una vivienda digna, para ello es necesario, que los patrones sean obligados a proporcionarla a todos sus empleados y los institutos de vivienda sean capitalizados, con la aplicación de impuestos a los ricos y las empresas extrajeras para satisfacer la enorme demanda.
  • Que el suelo urbano sea nacionalizado y entregado a quien lo necesite; aquellas familias que no cuenten con vivienda por carecer de empleo, deberán tener acceso a ella por medio de la creación de un solo instituto financiado por el estado, cuyo presupuesto estará controlado democráticamente por los interesados.
  • El pago de la vivienda deberá ser de acuerdo con el ingreso familiar, no rebasando el 10% del total de éste.
  • Amnistía inmediata a todos los deudores habitacionales.
  • La regularización automática de todos los lotes habitados por familias de escasos recursos.
  • Por la expropiación inmediata de todas las casas habitación perteneciente a los pulpos inmobiliarios y su socialización.
  • Que los planes de desarrollo urbano sean discutidos y aprobados por los habitantes de ciudades y centros de población a través de sus organizaciones democráticas de juntas de vecinos, pobladores y sindicatos.
  • Por la dotación inmediata de servicios a todos los poblados que los necesitan.
  • Porque todos los pobladores y las personas de los barrios populares tengan derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica gratuita y los servicios sociales necesarios.
  • Porque todos los trabajadores y sus familias tengan derecho a que su salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales, relativas a la alimentación, el vestido, la vivienda y la asistencia médica, con los recursos públicos.
  • Toda persona tiene derecho a beneficiarse de todas las medidas que les permitan gozar del mejor estado de salud posible.
  • Los trabajadores, los independientes y los trabajadores informales deben tener derecho a la seguridad social o aun sistema equivalente.
  • Toda persona indigente debe tener derecho a la ayuda social y médica.
  • Todos los trabajadores deben beneficiarse, en su medio de trabajo, de condiciones satisfactorias de protección de su salud y su seguridad. Deben adoptarse las medidas apropiadas para proseguir la armonización en el progreso de las condiciones existentes en este ámbito. 
  • Por la creación de un Servicio Nacional de Salud estatal gratuito y universal, basado en los recursos del estado y la nacionalización sin compensación de todas las ISAPRES, clínicas y hospitales privados.
  • No al Transantiago, estatización del transporte publico. Pasaje escolar gratuito, Boleto diario para ser usado todo el día en todos los buses y el metro. Estatización bajo control de los trabajadores. Por un Paro General de Trabajadores, Estudiantes y movilización masiva de todos los Pobladores

 LIBERACION DE LA MUJER COMO PARTE DE LA LUCHA POR EL SOCIALISMO

Plenos derechos a las mujeres. Nuestro compromiso es luchar por la igualdad entre hombres y mujeres especialmente con las mujeres de la ciudad y del campo por su doble condición de ser explotadas y oprimidas. Reivindicamos su derecho a decidir sobre su propio cuerpo y libertad para decidir número de hijos que deseen tener.

Legalización del aborto y atención gratuita a las mujeres que se ven obligadas a practicarlo. Distribución gratuita de anticonceptivos y educación sexual científica en todas las escuelas.

El movimiento combativo de mujeres contra la particular explotación y opresión de las mujeres debe transformarse en el punto de enlace entre el movimiento obrero, la resistencia popular activa y la rebelión de la juventud. Para lograrlo tiene que integrar a las mujeres, y por otro tiene que superar la influencia corrosiva y divisionista del feminismo pequeñoburgués.

El movimiento de mujeres proletario debe convertirse en el eje del movimiento combativo de mujeres. Los marxistas revolucionarios se empeñan por una estrecha relación de confianza entre las autoorganizaciones de carácter independiente de las mujeres.

El fomento de las diferentes autoorganizaciones del movimiento combativo de mujeres y la cooperación activa con ellas sirve para integrar a la masa de las mujeres en la actividad social y ganarla para la meta de la liberación de la mujer transformando la sociedad. Los revolucionarios le ayudan a las masas a que superen los efectos del egoísmo pequeñoburgués con respecto a la familia y se liberen de las cadenas de la moral burguesa. Los militantes revolucionarios organizan una promoción deliberada de las mujeres para que asuman tareas y funciones dirigentes.

Debemos levantar las siguientes reivindicaciones y consignas:

  • Luchar contra todas las formas de explotación y opresión de las mujeres
  • Castigo a la explotación y violencia sexual
  • Prohibición y castigo penal contra la pornografía infantil y violenta
  • Fomento activo de las mujeres en la vida social
  • Por la igualdad económica, social y cultural de las mujeres
  • Mejora de los derechos de protección de las obreras y empleadas
  • Mismo salario por mismo trabajo
  • Legalización del aborto y atención gratuita en los hospitales a quienes lo demanden
  • Por la entrega gratuita de anticonceptivos
  • Descriminalizacion de la prostitucion
  • Cero tolerancia a aquellos que explotan y abusan de las mujeres
  • Por el libre movimiento de trabajadores entre los países, entre otros para eliminar la trata de blancas
  • Descargar a las familias de las tareas de la reproducción de la fuerza de trabajo y de la educación de los niños
  • Atención gratuita y calificada de los niños durante todo el día en las salas cunas, jardines infantiles, guarderías y escuelas de jornada entera
  • Abolición de las leyes matrimoniales y familiares reaccionarias. Igualdad jurídica y social para todo tipo de formas de la vida común
  • Luchar por la liberación de la mujer en la sociedad socialista
  • Promover el fortalecimiento de las mujeres y sus organizaciones, así como su participación plena en la vida económica, social y política del país
  • Luchar por cambios positivos para la calidad de vida de las mujeres, especialmente de aquellas de sectores marginados o en condiciones de especial exclusión como las mujeres con discapacidad, mujeres adolescentes, mujeres emigrantes y mujeres indígenas
  • Que el estado otorgue apoyo a mujeres y a organizaciones de mujeres y sociales en diversas áreas, entre ellas, gestión y financiamiento de microempresas, atención y prevención de la violencia, salud, educación y capacitación, ambiente, Derechos Humanos, derechos económicos y derechos laborales
  • Promover la autoorganización de las mujeres a nivel local, regional y nacional, para la defensa y conquista de sus derechos
  • Promover el intercambio regional de las experiencias de las organizaciones de mujeres, la elaboración y defensa de propuestas conjuntas y la construcción de alianzas internacionales

 POR LA LUCHA DE LA JUVENTUD Y LA ORGANIZACIÓN JUVENIL

La juventud es la fuerza más activa de la sociedad y es la que más busca una perspectiva social. La unidad de lucha entre los jóvenes y los obreros es el motor de la lucha por el verdadero socialismo.

Librar una lucha decidida contra la explotación abusiva de las fuerzas vitales y de la salud de la juventud. Librar una lucha activa contra el pantano de las drogas, demandando la descriminalizacion del uso de las drogas.  Organizar un trabajo sistemático de organizaciones juveniles antifascista, hacia una activa lucha antifascista contra la instigación nazi. Luchar decididamente contra la militarización de la sociedad y apoyar la lucha antimilitarista de la juventud contra el servicio militar obligatorio. Un punto central particular es la lucha contra el desempleo juvenil masivo al lado de los obreros.

Alentar el espíritu de la solidaridad internacional, confianza en las propias fuerzas, respeto al trabajo manual, igualdad de derechos entre muchachas y muchachos, compromiso desinteresado con la causa de todos los explotados y oprimidos y la lucha común por el socialismo. Contra los ataques del estado y la reacción La rebelión juvenil se justifica. Desarrollar un trabajo de cultura y de esparcimiento proletario. Así, le ayuda a la juventud a superar la influencia de la cultura juvenil burguesa y el difundido estilo de vida pequeñoburgués y consumista.

Levantemos las siguientes consignas y demandas juveniles:

  • Por la rebaja de la mayoría de edad a los 16 años
  • Luchar contra el pantano de las drogas, demandando la descrimilazacion del uso de las drogas recreativas
  • Por una educación en pro de la salud en las escuelas
  • Luchar contra el desempleo juvenil masivo a costa de las ganancias
  • Por obligar a la gran industria para que realice una cuota de capacitación de los jóvenes obreros
  • Contratos ilimitados para los aprendices de acuerdo con su capacitación profesional
  • Por el mantenimiento y la extensión de las leyes de protección de los trabajadores jóvenes
  • Protección de los niños ante la violencia y el abuso sexual
  • Promoción del deporte popular
  • Un sistema escolar gratuito y unificado desde el jardín de infantes hasta la universidad
  • Escuelas de jornada entera cerca de los domicilios con comida gratuita
  • Una formación escolar de calidad y capacitación profesional
  • Por la ampliación de instituciones gratuitas culturales, de deporte y recreo para los jóvenes y los niños
  • Discusión y charlas sobre el movimiento obrero en las escuelas y en los medios de comunicación de masas
  • Fomento de los niños y jóvenes de otras nacionalidades en la escuela y en la capacitación profesional así como en las guarderías infantiles e instituciones juveniles
  • Igualdad jurídica, social y cultural entre los muchachos y las muchachas en la formación profesional, la profesión y en la vida cotidiana
  • Luchar contra el militarismo y contra la conscripción obligatoria
  • Resistencia activa contra la destrucción del medio ambiente
  • Por la organización de comités para luchar contra el neofascismo y los grupos xenofobicos

EDUCACION ESTATAL, GRATUITA Y UNIVERSAL

La ruptura de los estudiantes con el Comité Asesor de la Presidenta, fue un paso mas en la lucha de los “pingüinos” por alcanzar la ansiada educación estatal libre y de calidad, desde la sala cuna hasta la universidad. Los estudiantes en la unidad del Bloque Social con el conjunto del pueblo trabajador, deben terminar de una vez para siempre la lucha empezada. La lucha estudiantil ha estado demandando cambios profundos en el sistema educacional, que se resume en una sola consigna acabar con la LOCE.

Los estudiantes quieren acabar con el proceso de privatizaciones de la educación, quieren democratizar todo el funcionamiento de los establecimientos educacionales sin excepción, con un estado que los financie y garantice totalmente. Los estudiantes quieren expulsar del sistema educacional vigente y todas las fundaciones y corporaciones educativas que lavan y exprimen el dinero de los trabajadores. Ni los partidos de la Concertación ni la derecha quieren acaban con la LOCE, pues a todos ellos les sirve la educación privada y la municipalizada, para extraer dinero de los educandos y sus familias y con ello llenarse sus bolsillos y sustentar sus campañas políticas. Los estudiantes han alcanzado un nivel importante de desarrollo en su organización, la preparación de nuevos dirigentes rebeldes y ha conseguido ciertas conquistas educativas y materiales, ahora es la ahora de terminar el trabajo desarrollado, para ello llamamos a:

  • Una huelga general estudiantil indefinida, hasta derogar la LOCE y reemplazarla por una al servicio de los estudiantes, bajo el control de los educandos, sus padres y apoderados y los docentes.
  • A unir a los trabajadores, los pobladores, juventud, dueñas de casa y las organizaciones populares en esta lucha.
  • Demandamos la expropiación de todas las instituciones que se enriquecen con la educación.
  • Bienestar social estudiantil a nivel nacional que contemple alimentación, alojamiento, becas, pasantias, salud, prácticas pagadas e inserción laboral justa.
  • Pasaje gratis todo el año para todos los estudiantes.
  • Por un sistema de becas y ayudas para asegurar que los niños entre 5 a 16 años puedan atender la escuela sin tener que trabajar. Por el derecho a ir a la escuela contra el deseo de sus padres; con refugios especiales y seguros para niños abandonados y aquellos que deseen vivir separados de sus padres.
  • Por educación gratuita para todos los niños sin hogar.
  • Por una educación secular, libre, universal, técnica y científica para los jóvenes; abolición de los cursos educativos religiosos obligatorios; nacionalización de las universidades y escuelas privadas superiores.

SERVICIO MILITAR Y LAS FUERZAS ARMADAS

Entre las 36 medidas que la presidenta Bachelet definió como prioridades para los primeros 100 días de gobierno, esta la transición hacia un cuerpo militar profesional y la institucionalización de un servicio ciudadano alternativo, pero al igual que muchas otras medidas sigue por supuesto en el tintero. En efecto, el debate sobre la conscripción militar en Chile y la aspiración de contar con alternativas no armadas para cumplir con esta carga pública ha sido durante los últimos quince años objeto de permanente controversia y discusión dentro de la juventud. Durante más de 100 años, el Servicio Militar Obligatorio (SMO) ha sido la fórmula utilizada por el Estado para proveer de recursos humanos a las fuerzas armadas y, salvo algunas modificaciones menores, su estructura se ha mantenido inmóvil.

Todos los ejércitos de los países capitalistas se basan en cuerpos de oficiales y suboficiales entrenados en academias especializadas, para convertirse en uno de los pilares principales del régimen de la burguesía en la defensa de la propiedad privada. A su vez, dependiendo de la modalidad de permanencia, preparación, y obligatoriedad del reclutamiento, de acuerdo a las necesidades del régimen imperante y las necesidades de la burguesía para mantener sus privilegios y controlar a su clase obrera o sus vecinos,  se distinguen a nivel mundial cuatro modelos básicos de estructuración y selección del contingente de las fuerzas armadas para cumplir estas funciones:

El modelo íntegramente profesional supone la participación voluntaria de sus miembros; a quienes se les remunera su permanencia en las fuerzas armadas, reciben una intensa preparación militar y se convierten en soldados profesionales. En la región, este sistema es utilizado en Estados Unidos y Canadá.

La conscripción obligatoria universal. Todos los jóvenes de una generación –en algunos casos incluidas las mujeres – son reclutados por períodos variables de tiempo (dependiendo del país y del sexo) durante el cual reciben instrucción militar. Portugal, Alemania (donde existe objeción de conciencia y alternativas no militares) e Israel son ejemplos de este sistema.

Combinación de conscripción obligatoria con un pequeño contingente de planta. El reclutamiento abarca a todas las edades con breves estadías cada cierto tiempo para actualizar el entrenamiento militar básico. Es el caso de Suiza y Dinamarca.

Sistema universal y selectivo. Auque en teoría todos los individuos de una edad son potenciales reclutas, sólo una porción realiza efectivamente la conscripción, quedando el resto liberado por razones de salud, sociales, estudio, trabajo, estatus marital, entre otras. La selectividad está dada básicamente por la imposibilidad estructural de acuartelar a toda la población que alcanza la mayoría de edad cada año y porque además el sistema de excepciones busca replicar resultados de “mercado”, es decir, que sean reclutados aquellos que tengan un menor costo de oportunidad. Este sistema es el utilizado en Chile. En la práctica, entre un 15% y 20% de cada clase realiza efectivamente el SMO y, en su gran mayoría, son sólo los más pobres y con menores oportunidades quienes terminan cumpliendo con este deber. Desde el punto de vista económico, el servicio militar y el financiamiento de las F.F.AA. es un impuesto regresivo que pagan en mayor cantidad los sectores de menores ingresos. A  través de los impuestos y la famosa Ley del Cobre implementada por la dictadura, que agarra una gran tajada con el siguiente menoscabo a los servicios de utilidad publica, como la educación, la salud y la vivienda.

Existen también los países desmilitarizados que por distintas razones no cuentan con una conscripción ni fuerzas armadas que la requieran. Costa Rica, Haití y Panamá son ejemplos de esto en la región, pero si cuentan con Guardias Nacionales para mantener controladas a las masas frente a cualquier levantamiento.

Los jóvenes provenientes de las clases sociales más bajas son los que, finalmente, realizan el servicio militar. Esto se deduce fácilmente de los montos involucrados en los pagos y de la retribución académica ofrecida para incentivar la voluntariedad. De ahí que es necesaria una política, hacia esos sectores proletarios que son reclutados para las FF.AA.

Nosotros creemos que el Servicio Militar debe ser voluntario, no estamos en contra que la juventud y principalmente la obrera aprenda las artes militares. Pero demandamos que el servicio militar sea retribuido económicamente con un salario igual al de los trabajadores especializados. Que el entrenamiento en las artes militares sea profesional y, que los voluntarios sean tratados con respeto y dignidad. Que los soldados tengan el derecho a discutir sus puntos de vistas políticos y sociales, que puedan leer la literatura que a ellos mas les agrada con absoluta libertad. Que puedan plantear sus reinvidicaciones tanto salariales como profesionales con libertad y organizar libremente sus asociaciones profesionales y elegir a sus dirigentes.

En cuanto a las base políticas y económicas en que descansan nuestras Fuerzas Armadas, están directamente relacionadas con la forma peculiar como Chile ha sido incorporado a la economía mundial durante el siglo 19, es decir como conoció e implemento el sistema capitalista. No hubo ni tiempo ni posibilidades materiales para la formación de una burguesía revolucionaria y poderosa, que en su momento actuando como caudillo nacional, hubiera podido estructurar una sociedad capitalista plena y libremente desarrollada, es decir hubiera podido destruir las relaciones de producción precapitalistas para imponer otras que constituyesen el fundamento económico de una sociedad moderna, asentada en la explotación del asalariado y representada en el gran Estado nacional soberano.

Uno de los rasgos diferenciales del país es, pues la ausencia de una burguesía nacional, vale decir industrial, progresista, capaz no solo de enunciar las tareas democráticas, sino de realizarlas, de entrar en fricción con el imperialismo, de desarrollar una consecuente política de liberación nacional. La burguesía nativa es miserable y caduca, carece de grandes proyectos económicos y políticos.

La tardía incorporación de Chile a la economía mundial y, mas bien a la penetración imperialista de la minería en el norte del país, mas que el producto de la iniciativa e inversiones de la burguesía nativa, ha dado lugar a que sea sometida a la división del trabajo internacional impuesta por el imperialismo y que corresponde exclusivamente a los intereses metropolitanos. Esto continua hasta hoy día con los Tratados de Libre Comercio firmados con los países imperialistas, en desmedro de un desarrollo genuino para el país.

Siguiendo los antecedentes históricos, nuestro país se ha visto reducido a la condición de productor de materias primas, principalmente minerales y agroindustria para la exportación y, en mercado para la importación de productos manufacturados y capital financiero, inversiones, empréstitos, etc. enviados del exterior. Allí donde le ha interesado a la producción de las metrópolis imperialistas, nuestra economía se ha desarrollado rápidamente y, forzosamente transformada y modernizada, por esos filones se ha filtrado la civilización y el progreso, como en el caso de la minería, la agroindustria, las infraestructuras camineras, portuarias y de telecomunicaciones. Pero por otro lado se ha mantenido el atraso y el primitivismo en las zonas alejadas del centro del país. Este primitivismo cultural, económico y tecnológico actúa como pesada carga que no permite un rápido e integral desarrollo uniforme de todo el país.

El capitalismo ha invadido como imperialismo (exportación de capital financiero desde las metrópolis, en busca de mayores cuotas de ganancia, como el caso de la minería) que se ha instalado como enclave económico, buscando explotar las riquezas nacionales y la obra de mano barata, para seguidamente exportar la mayor parte de la plusvalía producida. Lo que ha comenzado como opresión económica se ha transformado necesaria e inevitablemente en opresión política del imperialismo. Con los tratados de libre comercio, el país es expropiado económicamente. Los grandes inversionistas extranjeros, subordinan a los gobiernos de turno a la defensa de sus intereses, aunque la presidenta nos quiera convencer de lo contrario, al quieren presentar la explotación de la Minera la Escondida u otros, y futuros proyectos como Pascua Lama, como “producto nacional”, nada mas lejos de la verdad.

El proceso de desarrollo y transformación de la sociedad, que esto es la historia, y del que no pueden zafarse las F.F.A.A., es un fenómeno objetivo que tiene lugar conforme a sus leyes que enraízan en el desenvolvimiento de las fuerzas productivas, que es la base económica de la sociedad, y no el producto del capricho o funcionamiento glandular de nadie. Detrás de las decisiones tomadas por los Altos Mandos militares a favor o en perjuicio del país se encuentran poderosas motivaciones político – sociales, intereses de clases, las pugnas entre las diferentes capas de la clase dominante. De esta manera es que tiene que explicarse la historia de las F.F.A.A. de nuestro país. Lo que hacen los uniformados encuentra el rechazo, la aceptación o la indiferencia de las grandes masas, de las clases sociales mayoritarias, no solamente conforme a los intereses materiales (punto de arranque de la diferenciación clasista), sino al grado de evolución de su conciencia de clase, de su experiencia política. En otras palabras las F.F.A.A. se desarrolla en medio de la lucha de clases, esto nos guste o no, hiera o potencie nuestras ambiciones. Únicamente tomando así lo que sucede frente a nuestras narices podremos esbozar las líneas de una política revolucionaria.

Las F.F.A.A. en toda sociedad clasista son parte integrante del aparato estatal y resumen la capacidad compulsiva de este; están al servicio de los intereses generales de la clase dominante, aunque apuntalen a un grupo burgués contra otro y, en algunas condiciones, cumplen el papel de factor decisivo para la alternabilidad en el poder, cuando la burguesía se ve amenazada por el proletariado insurgente. En la práctica las bayonetas sustituyen la papeleta electoral. La institución castrense es el pilar de sustentación del Estado burgués. Se le ha señalado la función central de defender la integridad del país y la vigencia de la Constitución, la ley de las leyes que expresan los intereses generales de la clase dominante y la necesidad de la defensa, por todos los medios, de la intangibilidad de la propiedad privada de los medios de producción. Estas funciones pueden ser mejor cumplidas por un organismo altamente centralizado y ciegamente obediente a su alta jerarquía, que se encuentra estrechamente entroncada e identificada con la clase dominante o el sector burgués que se encuentra en el poder. A todo esto se le llama defensa sagrada de la patria y preservación de la herencia dejada por los Libertadores, cuando en realidad no se trata más que la defensa de la billetera de la burguesía.

En el sentido que la burguesía nacional esta sometida a la burguesía imperialista y sirve incondicionalmente a los intereses de esta ultima, de donde se desprende que sus intereses y objetivos conspiren abiertamente contra los mas altos intereses nacionales, las F.F.A.A. estructuradas por la clase dominante tambien obedecen, en ultimo termino, a la voluntad y planes colonizadores de las metrópolis imperialistas. Las F.F.A.A. se mueven dentro de la llamada doctrina de la Defensa Nacional, una criatura norteamericana que ahora se ha rebautizado como la Lucha Contra el Terrorismo y, que se sintetiza en la consigna de que sus fronteras llegan hasta allí donde están sus intereses.

Así como el imperialismo le ha asignado a Chile un lugar subalterno en al división internacional del trabajo, tambien son ellos los que le han fijado los moldes ideológicos y organizativos dentro de los cuales han sido moldeadas las F.F.A.A. de la semicolonia chilena productora de cobre y demás minerales, que para los EE.UU. constituye un valioso producto estratégico e industrial. Para comprender las razones imperiosas por las que el imperialismo pone tanto cuidado y tesón en controlar de cerca las F.F.A.A. de Chile, al igual que las de otros países del “tercer mundo”, se tiene que tener presente que aquel considera las materias primas, como los minerales, el petroleo, etc. como parte de sus dominios y reservas naturales.

La ideología del ejército chileno ha sido difundida desde Fort Gulick. No solamente las F.F.A.A. chilenas sino casi todas las de América Latina están prácticamente integradas a los planes belicistas de los norteamericanos y forman parte de su política colonizadora. Esta integración de las F.F.A.A. a la política imperialista funciona a través de diversos tratados e instituciones de inspiración norteamericana y controlada desde el Pentágono. No es casual que tales organismos, sean además de puramente castrenses, antisuversivos y en cierto momento es esta ultima característica la dominante.

La Junta Interamericana de Defensa, que actualmente dirige la llamada guerra contra el terrorismo (para las clases dominantes y el imperialismo, terrorismo es toda protesta de los explotados o la simple lucha salarial), esta directamente controlada por el Pentágono, El tratado Interamericano de Asistencia Reciproca, es la versión yanqui de la OTAN europea, regla las alianzas y asistencias militares. Estos tratados agilizan las comunicaciones e informaciones, inclusive de los planes estratégicos, tácticos, logísticos y organizativos de los diferentes ejércitos y cuerpos armados y, facilitan los entrenamientos como la Operación Unitas, siempre bajo la dirección norteamericana. El secreto castrense no existe para los otros ejércitos de países que se les podían suponer adversarios militares y menos para el amo opresor, ese secreto solo funciona tratándose del pueblo, el país mismo cuyo destino se decide en los conciabulos de las reuniones directamente controladas por los EE.UU. Un ejemplo de esto, es cuando Argentina invoco el Tratado Interamericano de Asistencia Mutua frente a la agresión e invasión extracontinental de Gran Bretaña. EE.UU. y Chile por otro, ambos miembros del “tratado de asistencia mutua”, deciden por distintas razones apoyar a Inglaterra, probando así que los tratados con el imperialismo, solo se implementan de forma unilateral, y se convierte en papelucho inservible si los esclavos quieren utilizarlos.

Esta claro que la organización, el armamento, el apoyo logístico de las F.F.A.A., como igualmente su educación y entrenamiento no se adecuan para la defensa territorial, sino recordemos a nuestros vecinos argentinos. Han sido concebidos y materializados para una tarea concreta: mantener sumisos a los chilenos bajo la coyunda norteamericana, asegurar las jugosas ganancias de los capitalistas. No son defensivas ni de conquista, sino esencialmente represivas, gendarmes, lo que en si constituye una degradación de la institución castrense, degradación que es el resultado de la consecuente política entreguista de nuestra burguesía al imperialismo. Prueba de todo esto es el periodo de la dictadura pinochetista que actuó como perro guardián de los intereses monopólicos nacionales y transnacionales.

Los jóvenes oficiales, suboficiales, sargentos y soldados fueron los instrumentos inconscientes de ese periodo histórico de nuestro país. Bajo el poderoso apotegma de que “el ejercito no delibera y solamente obedece” sirvió para implementar todos los horrendos crímenes cometidos por los hombres de armas. A las F.F.A.A. instrumento ciego y meramente obediente se le debe oponer la reivindicación de que se le reconozca el derecho elemental de ser deliberante sobre su destino. Algo más, que ningún miembro uniformado pueda ser perseguido, castigado o expulsado de las F.F.A.A. por tener ideas políticas o por exponerlas abiertamente. Hoy día, el gobierno de la Concertación habla a cada momento que busca profundizar un sistema gubernamental democrático y, sin embargo se niegan a reconocer que dentro de la institución, parte integral de la democracia burguesa, sus componentes pueden tener ideas políticas diversas. El libre juego de ideas puede contribuir a que las F.F.A.A. puedan dotarse de una clara línea política, es preferible que hombres y mujeres armas deliberen abiertamente frente a los problemas que aquejan a la sociedad y el país, a que comploten secretamente.

Como fue el caso durante el gobierno de la Unidad Popular, donde los sectores reaccionarios complotaban incluso antes de que Salvador Allende asumiera la presidencia, culminando con el asesinato del Comandante en Jefe de las FF.AA., para después culminar con su derrocamiento, mientras por otro lado los suboficiales, marineros, aviadores y soldados que apoyaban el gobierno democráticamente elegido, eran reprimidos en nombre del profesionalismo de las FF.AA. Esto nos lleva a la conclusión que la conducta política de los miembros de las instituciones armadas, no puede ser reglada por las normas de la disciplina castrense y menos por el principio de que la voluntad y expresión e la identidad este determinada por la voluntad todopoderosa del Alto Mando. La fijación de una línea política solo puede realizarse a través de los canales de la discusión democrática, lo que supone que los oficiales, suboficiales, sargentos y soldados puedan tener absoluta libertad de abrazar ideas que crean convenientes a su modo de pensar y sentir y ejercer libremente su derecho a voto en las elecciones del poder municipal, parlamentario y ejecutivo.

Podemos observar en la práctica diaria que los intereses materiales y profesionales de las capas que constituyen las FF.AA. e incluso el trato social son diferentes para cada categoría. La experiencia ha demostrado que esas necesidades normalmente no son satisfechas por la alta jerarquía militar. Por lo tanto es importante pedir la libre organización dentroejército alrededor de la defensa de los intereses económicos y profesionales de las diferentes estratas que conforman la carrera militar. Esto solo puede materializarse si se impone un ambiente de amplia democracia. Comenzando por poner fin al trato humillante que se otorga a las clases bajas de los institutos armados. Si el gobierno habla tanto de la transformación de las FF.AA., es claro que antes que nada se tiene que dar absoluta libertad para que todos sus componentes puedan opinar y discutir libremente.

Nuestra lucha por el mejoramiento de las condiciones de vida de los mandos medios y las clases baja de las FF.AA., de las condiciones de trabajo en el seno de la institución, por la modernización de los servicios, medios y métodos, esta estrechamente vinculado y subordinado a nuestro objetivo central principista. La batalla por el logro de las reivindicaciones inmediatas constituye el marco en el cual maduran  oficiales, suboficiales y sargentos, a fin de que puedan comprender cual es el verdadero funcionamiento de la institución, de las relaciones del Alto Mando con el poder Ejecutivo, del significado de la disciplina vertical, del manejo de los recursos económicos y otros. Un ejemplo: debe lucharse porque la administración económica en todos los niveles debe ser conocida y controlada por los componentes de las FF.AA. para impedir y denunciar la corrupción y los negociados, como los que se produjeron durante la dictadura militar, que permitió el enriquecimiento ilícito del dictador y muchos de la alta oficialidad.

Si en términos generales las FF.AA. son los pilares fundamentales de sustentación del Estado, ocurre que el estado chileno esta sometido y políticamente en el área de influencia y presión norteamericano. Una vez mas esto quedo claro, con la flagrante intervención imperialista en el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende. De mas esta decir, que la entidades castrenses no tienen mas salida en el marco de la institucionalidad burguesa, que la de convertirse en un pequeño engranaje de la política militar norteamericana. Hoy día, el ejemplo palpable es rol que ellas juegan en Haití, al servicio de la estrategia geopolítica y militar del imperialismo en esa zona del Caribe. Para los uniformados la liberación nacional y la ruptura de los pactos militares con el imperialismo tienen relación directa con la vida cotidiana.

Cuando el gobierno norteamericano implemento un abierto control al gobierno de la Unidad Popular, que en los labios de Nixon eran “negarle la sal y el agua”. El Alto Mando, no atino a afirmar su independencia. Lo mismo sucedió, cuando la Jefatura de Pinochet, decidió cooperar vergonzosamente contra la Argentina, apoyando material y políticamente la profundización y penetración británica en el Sur Atlántico. En la práctica el Alto Mando, pasa de la subordinación de la burguesía nacional a ser subordinado por la burguesía imperialista.

En las actuales condiciones político – económicos, las FF.AA., actúan como gendarmes en la defensa de la vida y el prestigio (o desprestigio en el caso de Pinochet) de sus componentes, la propiedad privada de los grandes potentados, de los empresarios privados y de los inversionistas extranjeros. La burguesía y el imperialismo los han entrenado por décadas, para cumplir prácticamente solo misiones represivas (recordemos que el 2007 se conmemora la Matanza de la Escuela Santa Maria en Iquique) que son odiosas, antipopulares y antinacionales, porque son planificadas y controladas por una burguesía que se ha entregado en cuerpo y alma en sus acuerdos militares, comerciales y diplomáticos al imperialismo. La historia de nuestro país, en importante medida, es la historia de las marchas punitivas de los uniformados y policías contra el pueblo mapuche, las masas trabajadoras  y pobladores indefensos, que cometieron el delito de salir a pedir mejores condiciones de vida o luchar por garantías democráticas para ellos y sus hijos. Hay que acabar con esta vergüenza, los uniformados tienen el derecho a rehusar implementar tales crímenes y atropellos a los derechos humanos mas elementales, poniéndose al lado de las mayorías nacionales, integrándose al pueblo. Lo que decimos, es que la mayoría de las FF.AA. los elementos jóvenes, los que odian la corrupción, las capas que provienen del proletariado y los campesinos y la clase media, se ubiquen en el polo de las clases obreras y populares. La tarea inmediata de todos aquellos que se ubican con la democratización al interior de las FF.AA., es llamar a la limpieza de todos los elementos pinochetistas, neofascistas y todos aquellos que se enriquecieron gracias a las coimas y la corrupción de las ventas y compras de armamento encabezadas por Pinochet. La vanguardia de estas clases plantean abiertamente sus objetivos socialistas revolucionarios, no complotan secretamente, no son golpistas.

Estos planteamientos no deben entenderse como si buscásemos únicamente mejorar o reformar las FF.AA. Actuales (criaturas de la burguesía y el imperialismo) pues nuestro propósito es sustituirlas por otras nuevas, que correspondan a un estado y sociedad tambien nuevos. Sin embargo, la lucha por esas nuevas FF.AA. tambien hay que librarla ahora, a fin de sentar los gérmenes de otra, de asimilar críticamente la experiencia sobre la se levantara la nueva institución armada. Como decía Trotsky: “El marxismo no provee recetas ya listas. Y menos todavía podía proveerlas en el ámbito de la construcción militar. Pero aquí, también, nos brindó un método. Ya que, si es verdad que la guerra es la continuación de la política por otros medios, entonces se sigue que un ejército es la continuación y la culminación de la organización estatal y social en su conjunto, sólo que con la bayoneta al frente.”

POR UNA VERDADERA REVOLUCION AGRARIA

Hoy continúan existiendo campesinos sin tierra y, quienes tienen la suerte de contar con una parcela, no les alcanza para sobrevivir. La política agraria de los regimenes de la Concertación –fiel a su principio de beneficiar a los grandes terratenientes- ha alentado la producción agro exportadora sin importarle las necesidades de la población rural y urbana.

Actualmente, la política neoliberal está impulsando la inversión privada nacional y extranjera en el  campo, despojando a los comuneros mapuches de sus tierras para convertirlos en asalariados de los grandes consorcios. Así ha ocurrido con las forestales que producen la materia prima para las plantas de celulosas.

Esta situación tiende a adaptar la producción agropecuaria a las necesidades de producción y consumo de las metrópolis norteamericanas y europeas en el marco de los  TLC firmados con ellas. Por ello no debemos esperar solución a ninguno de los grandes problemas del campo.

Para llevar a cabo esta reconversión, el gobierno de Pinochet revirtió la tímida reforma agraria existen para liquidar la propiedad comunal, e implementar cambios en la política agraria  para orientarla a la agroindustria exportadora, para ellos el “problema de la tierra quedó resuelto”.

Revolución Proletaria Se une a nuestros hermanos campesinos, jornaleros, temporeros  e indígenas en la lucha por:

  • Por la revolución agraria.
  • Expropiación sin compensación del gran latifundio.
  • Expropiación sin compensación de la agroindustria
  • Asistencia técnica, créditos blandos e insumos a los campesinos pobres. Por la dotación de maquinaria y asesoría técnica.
  • Por la colectivización voluntaria de la producción agrícola con apoyo del movimiento obrero, por la expropiación sin compensación del latifundio.
  • La escala móvil de precios de garantía y precios justos determinados por los campesinos en acuerdo con las organizaciones obreras, alentará la producción agrícola y alimentara debidamente a la población.
  • Demandamos servicios médicos, escuelas, caminos, transportes, comunicaciones y amenidades para todos los sectores rurales.
  • La sindicalización de obreros, jornaleros y peones agrícolas deberán ser un derecho constitucional y, también, la democracia e independencia de sus organizaciones respecto del estado y los partidos políticos.

El golpe de Estado de 1973 y el régimen impuesto por el gobierno militar, salvo contadas excepciones, devolvió todas las tierras a los anteriores dueños, desalojando a los indígenas, reprimiendo y desarticulando sus organizaciones. En 1979 se decretó una reforma de la Ley Indígena de 1972. Se implementó la división de las tierras comunitarias y la entrega de títulos de propiedad privada individuales. Con esto los mapuches, pasaban a ser propietarios individuales y dejaban de ser indígenas ellos y sus tierras. Estratégicamente desprotegidas, las nuevas propiedades podían ser arrendadas hasta por 99 años. Casi todas las tierras comunitarias fueron divididas.

Nos pronunciamos porque sean otorgados plenos derechos al pueblo mapuche, y porque sea respetada su cultura, sus usos y costumbres, como tambien la de todas las etnias de nuestro país. Los campesinos más explotados, oprimidos y olvidados son los pueblos originarios, incluso cuando emigran a las grandes ciudades, donde sufren una creciente marginación social. Amén de la discriminación racial con una antigüedad de más de 500 años, sufren la destrucción paulatina de su cultura, costumbres y sus tierras les son arrebatas con maniobras legaloides o directamente a la fuerza bruta.

Nuestro Programa de Acción incorpora las demandas de distintos grupos indígenas contra la explotación, opresión discriminación y ataque a sus culturas. Nos pronunciamos por la unidad de los pueblos originarios, la elección de sus autoridades, según sus propios usos y costumbres y organizaciones de sus propias formas de producción.

Esta lucha de los pueblos Indígenas es parte del cambio social contra el sistema capitalista neoliberal. Es un proceso de autodeterminación y liberación de culturas y pueblos sojuzgados. Apoyamos la lucha por la Autonomía del pueblo Mapuche y el pleno respeto a sus derechos.

POR LA PRESERVACION Y MEJORAMIENTO DE LOS ECOSISTEMAS

El sistema capitalista en todo el mundo está destruyendo el medio ambiente: aire, mares, ríos, tierra, mantos acuíferos, bosques y selvas. Es falso que “todos somos responsables” de la contaminación ambiental. Es el sistema irracional, el gobierno y las empresas contaminantes quienes propician el exterminio de los ecosistemas en todo el país. La contaminación de los ríos, lagos, mares y suelo, con la consiguiente reducción de las especies vegetales, animales y peces, son prueba fehaciente de la irresponsabilidad de la tecnocracia que nos gobierna.

Otros ejemplos de estos ecocidios son la tala indiscriminada de bosques, donde grandes empresas – teniendo como único objetivo el lucro acaban con los ecosistemas- hacen avanzar las zonas desérticas, alentando la sobreexplotación de los recursos naturales, los cuales no son infinitos,  para poner su producto a disposición de los grandes monopolios internacionales vía los Tratados de Libre Comercio.

En la capital de nuestro país, Santiago,  se nos quiere hacer creer que la contaminación es debido a que se encuentra asentada en una cuenca que impide la acción del viento para limpiar el aire, ello influye sin duda, pero lo determinante es que trabajan miles de empresas altamente contaminantes, permitidas y apadrinadas por los gobiernos y las autoridades “ecologistas”, donde dichas empresas han contado con garantías para su instalación han sobornado a funcionarios públicos para seguir trabajando a pesar de que lanzan su manto de polución al ozono y muerte al medio ambiente.

Los grandes proyectos de las empresas transnacionales están  basados en el saqueo de recursos naturales y la destrucción del medioambiente a una escala nunca vista hasta ahora, se han convertido en la fuente principal de conflictos ambientales en América Latina en general y en nuestro país en particular. La proliferación de estas operaciones económicas es favorecida por planes que fomentan las exportaciones, fundamentalmente de materias primas, bajo la mentira de un llamado «al crecimiento y el desarrollo» de una región con vastas riquezas minerales, con la mayor reserva de biodiversidad, como es nuestra América Latina, que contiene un tercio del agua dulce y cerca de un tercio de los bosques del planeta.

La situación se identifica en los últimos años con una globalización financiera y corporativa, que ha asumido una posición central en todos los negocios internacionales. Este mercado global entre empresas transnacionales define el rumbo de una acumulación: fuerte para los países imperialistas y débiles para nuestras economías latinoamericanas, desarrollando un estilo colonial en la explotación de los recursos. Estas operaciones, dominadas por el capital transnacional y su búsqueda exclusiva de ganancias inmediatas, distorsionan las cifras del producto bruto de cada país, al incluirse la explotación de recursos en el rubro correspondiente a la producción nacional.
El proceso está marcado por la entrega abierta de territorio, exenciones tributarias, facilidades en las concesiones de aguas y glaciales para las explotaciones mineras, como es el caso desvergonzado de Pascua Lama. Servicios baratos generalmente provistos por fondos públicos, desprotección de la fuerza de trabajo, del medio ambiente y de la salud y el de producción de muchas comunidades. Este proceso se está dando de modo similar en diferentes países latinoamericanos, conformando en algunos casos verdaderos modelos de operación, donde las transnacionales, con una inversión mínima se llevan recursos de enorme valor, dejando un saldo de contaminación y destrucción del medio ambiente y un empeoramiento de las condiciones económicas y de salud de las poblaciones afectadas directa o indirectamente por su accionar.
Como el objetivo básico es incrementar el capital, las empresas imperialistas trasnacionales,  impulsan preferentemente el desarrollo de industrias que garanticen las mayores ganancias, como los monocultivos agroindustriales y la minería. Más aún, dentro de cada una de estas actividades se da prioridad al tipo de producción más rentable. Así, los monocultivos se orientan hacia la exportación de alimento animal o de celulosa, y la actividad minera muestra una tendencia a centrarse en la extracción de cobre,  oro y uranio.
Frente a esta arremetida de las transnacionales que operan en el ámbito de la extracción de recursos, los gobiernos de la Concertación no han hecho la inversión necesaria en educación, capacitación, ciencia y tecnología para crear capacidades orientadas a la obtención de un potencial valor agregado dirigido a un «desarrollo hacia adentro». Más bien, las nuevas promociones de técnicos y profesionales pasan a constituir otro aporte nacional al éxito de la inversión extranjera, al entrar de lleno al juego de la «competitividad» de los países, medida en términos del crecimiento de las exportaciones de las empresas transnacionales.
Todos los componentes de la ecuación – grandes corporaciones en busca de la máxima rentabilidad, organizaciones económicas intergubernamentales instrumentalizadas por el gran capital para la obtención de sus fines, gobiernos y políticos locales obsecuentes, legislaciones débiles o inexistentes, desinformación y ausencia de espacios de participación ciudadana real- contribuyen a fortalecer la salida vertiginosa de los recursos tanto en nuestro país como en América Latina. Se establece así una suerte de destino manifiesto en el servicio de los intereses corporativos, cuya orientación es totalmente opuesta al desarrollo, al mejoramiento de la calidad de vida, la justicia social, la sustentabilidad. Por el contrario, y pese al ambiguo y autocomplaciente discurso macroeconómico del gobierno y sus elites, se vive un constante deterioro de las condiciones económicas y sociales de sectores mayoritarios de la población, incluso en países que se presentan como paladines de esta cruzada neoliberal. El caso de Chile es paradigmático, con su sorprendente y siempre creciente desigualdad en la distribución del ingreso.
El desarrollo de los proyectos extractivos exige ocupar e intervenir inmensas extensiones de territorio, utilizar enormes cantidades de agua pura y emplear substancias tóxicas de modo intensivo. La satisfacción combinada de estas necesidades implica la destrucción masiva del medioambiente y un deterioro grave de las condiciones de vida de las comunidades afectadas, que incluso pueden verse privadas del acceso a recursos vitales como el agua y los recursos marinos, como es el caso de la las celulosas de Nueva Aldea y Valdivia. Poco importa para este tipo de explotaciones que los territorios intervenidos sean ricos en biodiversidad o que sirvan de sustento a determinadas comunidades, como el caso de los pescadores artesanales. En Chile, en 2005, a raíz de un accidente radiactivo en una planta de celulosa de Celco en construcción, se supo que la empresa había ocultado hechos similares en el pasado. Poco después se descubrió que otra empresa de celulosa, CMPC, ocultó durante diez años un derrame de mercurio en una de sus plantas.

También hay que considerar que el área de influencia de las explotaciones mineras u otras, es siempre mayor que la superficie concesionada, puesto que implica toda la infraestructura de vías de comunicación y accesos a suministros, fuentes de energía y agua. La energía proviene en parte de centrales hidroeléctricas -existentes o proyectadas- que ocupan a su vez más territorio, más agua y generan otros conflictos, como el caso de las planeadas en Aysen.
A las emisiones nocivas lanzadas por estas industrias al aire (CO², SO²), al agua y los suelos (dioxinas y derivados del uso de cianuro, arsénico y mercurio, entre otros), se agregó en los últimos años la contaminación con plaguicidas y transgénicos de los monocultivos. Además de provocar serios problemas de salud y deterioro de condiciones de vida a poblaciones campesinas, la aplicación masiva de agroquímicos está produciendo daños de otro tipo que en un futuro no tan lejano agravarán el panorama más allá de cualquier predicción. Se teme que la destrucción de su hábitat, el uso de plaguicidas y la introducción de cultivos invasores está causando la disminución de polinizadores, lo que pone en el peligro de extinción a muchas especies vegetales.
Las empresas transnacionales de plaguicidas producen también las semillas transgénicas y son propietarias de la mayoría de las patentes de biotecnología agrícola, con lo que pueden tener el control de la agricultura y de la cadena alimentaria a nivel mundial. La contaminación transgénica es un negocio adicional de estas industrias, que por la vía judicial exigen pago a los agricultores cuyos cultivos accidentalmente se han contaminado con semillas patentadas. Incluso cuando no pueden cobrar por sus patentes, como le ocurrió a Monsanto en Argentina, se beneficiaron con la venta de plaguicidas.

La operación de cada planta de celulosa requiere de cientos de miles de hectáreas de plantaciones, conocidas ya como «desierto verde» porque han significado la destrucción de una superficie similar o mayor de bosque nativo con la correspondiente pérdida de biodiversidad en flora y fauna, la contaminación y el agotamiento de cauces de agua. Además, la cantidad de agua que precisa cada una de estas fábricas en sus procesos es tan enorme que tienen que instalarse junto a grandes ríos para aprovechar el recurso y luego desecharlo seriamente dañado.
Las empresas y el gobierno presentan en sus campañas a los monocultivos de árboles como «forestación». Sin embargo, los estudios confirman los efectos negativos de esta actividad al registrar destrucción de bosque nativo, disminución de biodiversidad y fuentes de agua, problemas de salud a comunidades vecinas, contaminación de agua y degradación de suelos.

La devastación que produce la minería queda patente en los grandes depósitos de escoria contaminada que han acumulado años de explotación. Esta destrucción continúa y se agrava a medida que crece el número de las explotaciones a tajo abierto de cobre y sobre todo de oro y uranio. Como en estos casos el mineral está diseminado en extensos terrenos, su extracción implica remover con explosivos grandes cantidades de roca y someter el material resultante a un proceso de lixiviación que emplea enormes cantidades de agua mezclada con ácido sulfúrico para extraer cobre y uranio, y con cianuro para recuperar el oro. Parte importante de estas labores se efectúa a más de mil metros de altura sobre el nivel del mar, cerca de fuentes acuíferas. Los desechos quedan ahí para siempre y se convierten en fuente de contaminación de aguas superficiales y subterráneas que al descender hacia los valles afectan a sectores con economías basadas principalmente en la agricultura. Pese a que las elites políticas hacen frente común con las empresas en las operaciones de blanqueo de imagen y en la represión de las protestas a través de paramilitares o mercenarios – práctica habitual en África  y situación cada vez más común en países latinoamericanos como Colombia en el caso de la BP, Ecuador y Perú – la reacción de las comunidades ha ido en aumento al conocerse el real impacto de estos proyectos sobre su salud, sus patrimonios ambientales, sus culturas y sus economías. Comienza a saberse que estas operaciones industriales generan falsas expectativas de empleo y ni siquiera aportan ingresos a los gobiernos nacionales, ya sea en impuestos o regalías. A las movilizaciones indígenas y campesinas en Brasil, Bolivia, Colombia, Guatemala y Ecuador, que se han enfrentado por años a las compañías mineras, petroleras y forestales, se agregan ahora las protestas de sectores ciudadanos que rechazan la instalación de megaproyectos destructivos del medio ambiente en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. La gente también está reaccionando contra las políticas que por un lado impiden que la población tenga acceso a los recursos vitales y por otro los entregan al negocio transnacional, como sucede con la privatización del agua y la concesión a privados de los mares territoriales y bordes costeros. Se suma a lo anterior una oposición cada vez más fuerte a los tratados de libre comercio bajo los términos de las corporaciones transnacionales, que facilitan el saqueo y la destrucción de recursos al disminuir aún más las débiles regulaciones nacionales.

La reacción frente a las protestas es asumida indistintamente por las empresas o los gobiernos, por separado o en conjunto. Son numerosos y repetidos los casos de abusos a los derechos humanos cometidos para facilitar la instalación y desarrollo de estos negocios. Estos atropellos van desde la persecución de opositores individuales hasta la represión masiva y el desplazamiento de comunidades. Estos últimos años se han reportado casos graves de esta índole en Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Paraguay y Perú. Pero la represión puede tomar otras formas, como en Chile, donde se echa mano a leyes antiterroristas para encarcelar a dirigentes de comunidades mapuches que defienden sus derechos territoriales frente a la expansión de las empresas forestales. La mayoría de éstas se halla involucrada en denuncias por participar en acciones represivas contra comunidades indígenas, por conflictos de tierra o destrucción de bosques.

Afianzadas en la región durante los regímenes dictatoriales de la segunda mitad del siglo veinte, estas industrias no constituyen una fuente importante de empleo. Más bien prescinden de la población, excepto como mano de obra barata ocasional. Su accionar destructivo del entorno promueve el despoblamiento de las zonas donde operan.
En definitiva, los únicos beneficiados reales resultan ser las empresas inversoras y sus accionistas. En 2004 los ingresos de las 10 empresas mineras más grandes que operan en Latinoamérica fueron de más de 130 mil millones de dólares (Alcoa, AngloGold/Anglo American, Barrick Gold, BHP-Billiton, Meridian Gold, Newmont, Noranda, Phelps Dodge, Placer Dome y Rio Tinto). Cinco empresas forestales productoras de celulosa tuvieron ingresos por US$10.501 millones en 2004 (Aracruz Celulose, Celulosa Arauco, CMPC, Bahia Sul Celulose, Votorantim Celulose) Tres productoras de semillas transgénicas y plaguicidas tuvieron ingresos por US$20.645 millones en 2005 (DuPont Agriculture & Nutrition, Monsanto y Syngenta). Cargill, la empresa de agronegocios señalada como caso ilustrativo de lucro con la destrucción de la Amazonia, tuvo ingresos de más de 63 mil millones de dólares en 2003.
Entre 1994 y 2001, el Banco Mundial, a través de su Corporación Financiera Internacional (CFI), otorgó préstamos por más de 790 millones de dólares para proyectos mineros en Bolivia, Brasil, Chile, México, Perú y Venezuela (a Anglo American, BHP-Billiton, Barrick Gold, Mitsubishi, Mitsui, Newmont, Pan American Silver y Rio Tinto, entre otras). En Aracruz y Bahia Sul hay participación del Banco Mundial, a través de la CFI. Por otro lado, desde 1988 hasta 2005 el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) había girado garantías por un total de US$1.110,6 millones a proyectos mineros en general. Los nombres de las empresas señaladas anteriormente se repiten entre los beneficiados.
La magnitud alcanzada por estas instalaciones productivas resulta posible gracias a la participación interesada de los partidos patronales y sus aliados en los gobiernos, que actúan como facilitadores de concesiones y encubridores de una inmensa contaminación ambiental, a la vez que abandonan su rol para cautelar los derechos económicos y sociales de los sectores mayoritarios de la población. Ya no es la clásica corrupción ligada al indebido enriquecimiento personal o de pequeños grupos. Ahora se trata de elites políticas nacionales integradas al tejido de las transnacionales, con sus funcionarios saliendo y entrando de puestos públicos a privados (en directorios de empresa, agencias de lobby o de asesorías) o a cargos en organismos intergubernamentales, colocando a sus familiares (como en el caso del Parlamento) y correligionarios en puestos de poder, obteniendo financiamiento para los partidos políticos, recibiendo honores y participación en fundaciones u otras plataformas para asegurar el negocio.
Todo se enmarca en una legalidad ad hoc, diseñada en muchos casos por juristas y economistas vinculados a las pasadas dictaduras militares y luego ampliada y perfeccionada, como es el caso en nuestro país por los sucesivos gobiernos de la Concertación. En las negociaciones previas y en la puesta en marcha de cada industria opera el arte de la no transparencia, fenómeno ya documentado, docenas de veces como es el caso de las petroleras a nivel mundial. La aplicación de políticas neoliberales coordinadas e impuestas a través del Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Organización Mundial de Comercio, en connivencia con las redes políticas locales, crea un ambiente favorable para estos proyectos, traducido en débiles obligaciones laborales, ambientales y de fiscalización, grandes facilidades financieras y amplia disponibilidad de mano de obra barata. Tales condiciones permiten a las empresas operar con un ostensible desprecio por las comunidades a las que afectan y utilizar procesos destructivos y contaminantes rechazados incluso en los países imperialistas.
Esta situación se ha ido enraizando profundamente hasta constituirse en el modelo natural de hacer las cosas, que origina un convencimiento gubernamental reforzado por los dogmas neoliberales predominantes en la clase política. Los países latinoamericanos deben «crecer hacia fuera», en brazos corporativos. Se trata de «la única vía posible de crecimiento», afirman a coro el sector empresarial y los políticos. Este desastre se ha constituido así en sistema, y el avance de una crítica se hace difícil ya que debe enfrentar a la totalidad de las fuerzas involucradas en este exitoso esquema de explotación colonial y de alienación, quizás el más perfecto de la historia. La información disponible nos dice que en la región nos encontramos con una pérdida brutal de recursos naturales y humanos, con una gigantesca distorsión en el desarrollo y con un proyecto destinado a causar situaciones de pobreza y deterioro ambiental irreversibles.
El gobierno no ha podido resolver el problema del ecocidio. Por ésta razón proponemos sean los trabajadores quienes definan un plan para combatir la contaminación, empezando por obligar a las empresas más contaminantes a salir de las ciudades.

  • Tales empresas deben reubicarse sólo en aquello lugares donde no causen daños luego de adoptar efectivas medidas anticontaminantes: el caso más dramático es la continua construcción de autopistas, donde las autoridades cierran sus oídos a las voces de los habitantes de las zonas afectadas.
  • Las empresas que sean obligadas a salir de las zonas pobladas, deberán garantizar que los trabajadores no queden sin empleo y donde se instalen habrán de dotar de todos los servicios que requieren los trabajadores y sus familias, empezando por la vivienda.
  • Gran parte de la contaminación de la tierra y mantos acuíferos se debe a que gran porcentaje de la población de las ciudades no cuenta con servicios de drenaje y agua potable efectivos. Introduciendo adecuadamente estos servicios el problema empezará a desaparecer.
  • Aquellas empresas que no puedan evitar la contaminación tendrán que ser cerradas hasta en tanto no se cuente con tecnología adecuada para operar sin contaminar.
  • Se debe frenar la explotación irracional de bosques, minas, pesca, etc. Que sean los trabajadores quienes discutan un plan de explotación racional asesorados por grupos ecologistas comprometidos con los trabajadores y el pueblo.
  • Que todos los planes de descontaminación, relocalizacion y creación de nuevas industrias, se realice bajo el control de los trabajadores, las organizaciones ecologistas y los pobladores afectados.

 

POR LA INDEPENDENCIA Y LIBERACION NACIONAL DEFINITIVA

A cerca de 200 años de lucha por la independencia de Chile, hoy estamos en camino de convertirnos es una colonia de los países con quienes los gobiernos de la Concertación han firmado Tratados de Libre Comercio.

Con los Tratado de Libre Comercio, o sin ellos,  el imperialismo norteamericano y los otros países imperialistas, han logrado abatir todas las barreras para invertir en nuestro país con todas las ventajas para instalar empresas sin ninguna obligación significativa con los trabajadores a quienes les pagan salarios muchos más bajos que en los países imperialistas. De esta manera nos utilizan para presionar a la baja los salarios de los trabajadores estadounidenses y europeos. Por si fuera poco, los imperialistas traen su mercancía chatarra a venderla libremente en nuestros mercados.

Las industrias, bancos y pulpos comerciales controlan la producción nacional, encarecen las mercancías sobre los costos de producción y obtienen ganancias extraordinarias todo el año.

Las empresas extranjeras obtienen ganancias estratosféricas, pues de cada dólar que invierten, en un año, obtienen cuatro,  que sacan del país igual que los empresarios nacionales “antipatriotas”. Por estas razones proponemos:

  • Nacionalización de los bancos nacionales y extranjeros, casas de bolsas y compañías de seguros sin compensación, empresas que deberán ser fusionadas en un solo organismo bajo control de los trabajadores, aprendiendo de las lecciones de los años 1970 – 73 para evitar que ocurra, lo que hizo la dictadura pinochetista, crear nuevos capitalistas, sanear las finanzas bancarias para finalmente devolvérselas a los viejos dueños o crear nuevos multimillonarios.
  • Por la estatización o municipalización del transporte de carga y pasajeros por aire, tierra y mar. La mafia del transporte recibe todo tipo de privilegios a través de las concesiones, refacciones, etc. A cambio proporcionan un servicio caro y deficiente, agregando a las mercancías un precio desmesurado.
  • Por la expropiación y estatización de todas las industrias farmacéuticas nacionales y extranjeras, sin compensación. No al pago de royalties ni patentes a las empresas imperialistas que explotan las medicinas que requiere el pueblo.
  • Nos pronunciamos por la nacionalización de todos los recursos naturales, para ponerlos al servicio del país, para lo cual es necesario, que pasen a control de los trabajadores y el pueblo. Hoy en día, el gobierno continúa entregando indiscriminadamente estas riquezas a los grandes monopolios extranjeros.
    Chile debe utilizar sus recursos hidroeléctricos racionalmente, impulsando e investigando nuevas formas de energía. Por ello los precios para el consumo doméstico deben bajar y los de uso industrial subir.
  • Por la nacionalización del comercio exterior y el control de cambios de divisas.
  • Hoy por hoy, los fondos obtenidos por ventas de productos chilenos al exterior van a parar a bancos extranjeros y los grandes monopolios. Una forma de frenar esta sangría, es nacionalizando o controlando todas las empresas que exportan e implementar un control de cambio, para evitar asimismo la fuga de capitales.
    Las nacionalizaciones deben ser bajo control de los trabajadores y el pueblo para evitar se corrompan y sirvan a los intereses de los grupos de poder o los burócratas corruptos.
    Sólo si los trabajadores tienen el control democrático de las empresas nacionalizadas serán eficientes, estarán libres de corrupción y aumentarán colosalmente la productividad laboral.
    En Chile de tiempo en tiempo se repite la misma tragedia: el peso se devalúa, producto de la fuga de capitales “golondrinos” y la andanada especulativa sobre, el mismo. Para evitar este “ciclo” de crisis, proponemos nacionalizar transparentemente todas las cuentas de los empresarios chilenos en el extranjero y crear, un fondo que sirva para llevar a cabo un plan nacional de obras y servicios públicos, que fortalezcan al país y, cree empleos y dote de salarios bien remunerados a los trabajadores.
  • No pagar ninguna deuda externa dado que fue contraído fraudulentamente por gobiernos que jamás consultaron al pueblo, y que acordaron  en complicidad con la usura internacional y nunca empleada a favor de las necesidades del pueblo. Para garantizar el pago de altísimos intereses, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ordena el gobierno las políticas económicas de ajuste o “modernización”.
  • Por esa razón nos pronunciamos por la cancelación de todo tipo de pactos y acuerdos con el FMI y por un frente de países deudores para obligar a los gobiernos a dejar de pagarla.
  • Nacionalización de todas las empresas de capital extranjero.
  • Ni un gramo de nuestros recursos naturales para las necesidades estratégicas del Pentágono yanqui.
  • Repudiar todos los pactos militares con los países imperialistas o sus agentes.

REVOLUCION PROLETARIA SE DECLARA ALIADO DE TODOS LOS OPRIMIDOS

Plenos derechos a la juventud. Los jóvenes (la mayoría de los chilenos) encuentran infinidad de trabas para encontrar trabajo u oportunidades de estudio. Sobre todo los hijos de obreros y campesinos. No cuentan con centros deportivos, educativos y culturales suficientes donde puedan canalizar sus capacidades o desarrollarlas. Por el contrario, sufren persecución policíaca por el delito de ser jóvenes. Sin poder dedicarse al estudio, desempleados, marginados de la cultura y la política, miles de jóvenes se convierten en presa fácil de las mafias dedicadas a la venta de drogas.

Por lo tanto, exigimos para los jóvenes: educación gratuita a todos los niveles, becas para quienes decidan estudiar. Por la creación de empleos y fuentes de trabajo.

Demandamos plenos derechos políticos desde los 16 años. Libertad y educación sexual. Campos deportivos y recreativos. Democratización de centros de enseñanza.

Solidaridad con los trabajadores inmigrantes. Los miles de trabajadores latinoamericanos u otros que llegan a nuestro país,  en busca de empleo, sufren todo tipo de ataques a sus derechos humanos: discriminación, asesinatos impunes, sobreexplotación, etc. Todo ello en complicidad con el gobierno chileno que ni las manos meten para defenderlos. Exigimos al gobierno les brinde ayuda y protección a los inmigrantes indocumentados de otros países que se encuentran en Chile. Que suspenda la colaboración de las policías en la persecución – que llega al asesinato- de los inmigrantes dentro territorio nacional. Por lo tanto exigimos que el gobierno defienda de estas agresiones a nuestros hermanos trabajadores, como al igual a los chilenos que viajan a otras latitudes en busca de oportunidades laborales.

Contra la discriminación y represión a homosexuales que los tilda como personas “anormales”. Dicha idea es promovida para justificar el repudio y restricción a sus derechos haciéndolos víctimas de discriminación y represión. Estamos por la libre orientación sexual y que la mayoría de edad se reconozca a los 16 años.  Por tal motivo estamos a favor de todos los derechos civiles, económicos, de pensiones y herencias a todas las personas lesbianas y homosexuales que viven en parejas. Contra las razzias policíacas.

DEFENSA Y EXTENSION DE LOS DERECHOS DEMOCRATICOS

En Chile la democracia burguesa cubre lo que es en realidad un régimen que no es más que la herencia del pinochetismo, quien lo moldeo a su imagen y semejanza para asegurar y mantener los privilegios de clase de la burguesía. Como es sabido, la democracia burguesa ha dependido siempre de los militares recurriendo a ellos en última instancia y en democracias semicoloniales inestables su presencia es mucho más visible e influyente en el funcionamiento del gobierno que en países imperialistas. Por lo tanto es necesario enarbolar demandas específicas contra el descarado pisoteamiento de las supuestas normas democráticas mantenidas. Demandamos la defensa y extensión de derechos y libertades democráticas y movilización de los trabajadores y masas populares alrededor de los siguientes puntos:

  • Abolición de la Ley Binobinal.
  • Por el derecho al voto para todos los que trabajan sin considerar la edad y sexo y para todos aquellos mayores de 16 que no trabajen; contra el voto compulsivo y obligado del pueblo por el Estado; por campañas de alfabetización bajo control de las organizaciones obreras para detener la manipulación por parte de los populistas y demagogos y religiones oscurantistas.
  • Por el control obrero y de los campesinos pobres sobre los medios de comunicación; por la nacionalización de los medios de comunicación y acceso libre y democrático a la radio, TV y prensa por parte de los sindicatos y organizaciones comunitarias y partidos de la clase obrera.
  • Poner fin a la manipulación de los resultados electorales; acabar con el financiamiento externo de los partidos burgueses; asistencia financiera estatal para las organizaciones populares; ponerlos procesos bajo control de las organizaciones populares.
  • Abajo con los referendums bonapartistas y los plebiscitos. Por el derecho de la iniciativa popular y referéndums populares solamente.
  • Garantizar la seguridad y el libre ejercicio de los derechos democráticos de los grupos opositores antes y después de las elecciones; por el derecho a la auto-defensa de los grupos opositores para protegerse a si mismos en las campañas electorales.
  • Echar a todos los dirigentes y políticos corruptos; fin a los sobornos y malversaciones; por la inspección obrera contra los cargos de corrupción; todos los miembros del parlamento deben tener salarios equivalentes a los de los obreros y ser, revocables por sus electores.
  • Por el derecho a formar sindicatos, por el derecho a fundar partidos políticos basados en éstos; fin a todas las restricciones para participar en las elecciones; no a la limitación mínima de votos para alcanzar representación parlamentaria.
  • Fin a la legislación represiva; disolver los grupos policiales especiales contra el pueblo; abolir la ley de estado de sitió y  toques de queda; no a las Cortes especiales para los militares; no a la amnistía para los crímenes de militares.
  • Libertad para todos los prisioneros políticos del movimiento obrero, activistas mapuches, antiimperialistas,  movimientos populares.
  • Expulsar a todas las fuerzas armadas del imperialismo, bases militares, asesores y agentes anti-narcóticos de la región.

SOLIDARIDAD CON TODOS LOS PUEBLOS QUE LUCHAN CONTRA LA EXPLOTACION Y LA OPRESION

La clase obrera y el resto de los explotados de todo el mundo, no deben estar separados por las fronteras nacionales, sino unidos por los lazos de amistad e intercambio, el respeto y la cooperación, jamás por los “dictados” y los “centros” de poder.

La solidaridad internacional entre los trabajadores y los pueblos es tan importante, que de ella depende que triunfen los cambios sociales en todo el planeta. Eso sí, guardando y manteniendo una absoluta independencia de cualquier organismo internacional, ni aceptando “centros” que dicten ordenes, como ocurrió con la exURSS y, como ocurre con el FMI. Para esto debemos crear nuestra  propia Internacional Comunista Revolucionaria.

El socialismo democrático, al cual aspiramos, será solidario con las naciones del mundo y, hará posible, que millones de manos proletarias se estrechen y aseguren el futuro de toda la humanidad.

Nuestra organización apoya las luchas de los pueblos y trabajadores de todo el mundo no sólo contra regímenes burgueses, sino también cuando se combate por derrocar las dictaduras burocráticas de los llamados países “socialistas”. Burocracias, que han conducido a la restauración del capitalismo neoliberal.

Rechazamos la falsa e hipócrita política exterior del régimen político chileno de supuesto respeto a los principios de no-intervención solapando y encubriendo la política exterior imperialista, de Estados Unidos en primer lugar, como la ocupación de Haití y, en segundo, la hipoteca de nuestra nación. 

Respetamos la decisión de las luchas de liberación nacional y de autodeterminación en los mal llamados “países socialistas”, que en realidad son Estados burocráticos y totalitarios. Denunciamos a las camarillas gobernantes en esos países como usurpadores del poder de los trabajadores y agentes ideológicos del imperialismo en el seno de dichas naciones. 

Reconocemos también, que la lucha de los trabajadores requiere de una Internacional, destinada a impulsar, y respaldar diferentes acciones libertarias en todo el mundo, eso sí, respetando la soberanía e independencia nacional de los propios partidos o grupos políticos sociales. De no existir ese respeto, caeremos en lo mismo que decimos combatir. 

POR UN GOBIERNO OBRERO Y CAMPESINO

En un gobierno Obrero y Campesino, los obreros deben armarse permanentemente para el contra­ataque y la auto-defensa. El nivel de armamento dependerá de circunstancias concretas. El partido deberá tomar un rol de liderazgo en estas acciones, las cuales estarán a su vez bajo el control de los sindicatos y las asambleas de base. La dirigencia estará compuesta por trabajadores con probada habilidad militar, siguiendo con la tradición del partido bolchevique, debe desarrollar cuadros militares bien entrenados.

Luchamos por la abolición del sistema de barracas y cuarteles en el ejército. Estamos por derechos de sindicalización para las tropas, el derecho a la instrucción militar sin discriminación sexual, por el derecho a elegir oficiales y la defensa de aquellos que deserten en un caso de represión anti obrera y anti popular. Por tribunales de soldados para juzgar a oficiales corruptos. Las asambleas de base de soldados rasos y los sub­oficiales son los sectores del ejército que pueden ser ganados para la revolución. Los oficiales y los altos mandos son contrarrevolucionarios. Rechazamos el concepto político militar de la guerrilla como partido, las estrategias de terrorismo y la guerra popular. También rechazamos las políticas de golpe. Defendemos los movimientos guerrilleros antiimperialistas contra la represión burguesa. Nuestra estrategia es la insurrección armada de la clase obrera y sus aliados. Un gobierno que mereciera incluso el apoyo crítico de las masas, debe basarse por lo menos en las organizaciones de lucha de los trabajadores y los campesinos pobres. Podría ser llamado a cuenta por su acción y ser revocable por los consejos obreros y los campesinos pobres. Debería armar a las masas en orden a defender la inevitable resistencia del ejército y a burguesía. Sólo tal gobierno -si ha aflorado de un movimiento insurreccional desde abajo o fue el resultado de una elección parlamentaria- podría llamar a un gobierno obrero-campesino. A través de la movilización de las masas tiene que ir abriendo caminos dentro del capitalismo. 

Las tareas inmediatas de un autentico Gobierno Obrero y Campesino deben ser:

  • Expropiación de las multinacionales y los monopolios domésticos; nacionalización de los bancos; mantenimiento de la producción sobre la base de un plan de emergencia.
  • Desmantelamiento de los destacamentos del ejército y de los escuadrones especiales; armar al as masas; reconocimiento y legitimación de las organizaciones de control obrero.
  • Establecimiento del control de los obreros en la industria, dar tierra a los campesinos pobres y cancelar el pago de la Deuda Externa.

Un Gobierno Obrero y Campesino, tiene el deber de otorgarle todo el poder a los consejos de obreros y campesinos. Todas las conquistas parciales de la clase obrera en ésta o aquella ciudad, en éste o aquel rezago de fábrica estarán siempre bajo la amenaza de ser destruidas por la reacción, hasta que las masas destruyan la maquinaria estatal que es la fuente y garantía de esta reacción. En resumen, la clase obrera y campesinos pobres deben tender a convertirse en clase dirigente en todo i.e. continente latinoamericano, tienen que destruir el poder político de la clase capitalista, socavar sus bases de apoyo en las instituciones imperialistas y compañías multinacionales. Hasta que todo el poder esté revestido únicamente en las instituciones de la democracia proletaria – de los consejos obreros y sus milicias- la represión, la explotación capitalista y la opresión pueden ser desafiadas y mitigadas pero no arracadas ni destruidas. 

El poder de la clase obrera descansa en el rol que juega en la producción y distribución de bienes y servicios en la sociedad. La clase debe tomar conciencia de este poder; debe basar su democracia política en este poder y no disolverlo en el anonimato de las urnas parlamentarias donde los trabajadores se disuelven y también su independencia de clase, pasando a ser ciudadanos comunes y corrientes, donde la distinción entre explotados y explotadores desaparece. Sólo la fusión económica y política de la clase obrera puede golpear al aparato estatal capitalista y convertirla en la nueva clase dirigente.

Para enfrentar el poder de la tecnocracia y la patronal, los trabajadores del campo y la ciudad deben crear sus propios órganos de poder, retomando gloriosas tradiciones revolucionarias, como los Cordones Industriales.

La bestial explotación a que nos somete el capitalismo, y que jamás renunciara graciosamente a sus privilegios, nos obligarán a defendernos de grupos de choque, asesorados e, incluso, armados ilegalmente por las fuerzas más oscuras del poder.

Solamente si obreros y campesinos muestran decisión y organización, será posible ganar simpatías de las clases subalternas de las fuerzas armadas para la causa de los explotados.

Para que el pueblo participe de la vida social de nuestro país y, responda, a sus necesidades, es necesario contar con sus propias instituciones de gobierno.

Para los socialistas, el único camino hacia la liberación de los trabajadores y el pueblo se darán en el marco de la alianza obrera, campesina y popular y su movilización independiente de la patronal y los caudillos. El gobierno obrero, campesino, indígena y popular será la expresión de esta alianza basada en organizaciones centralizadas a escala regional y nacional; consejos de fábrica, comunidades agrícolas, escuelas, barrios, milicias obreras, será un gobierno independiente y pondrá en el centro de sus preocupaciones rescatar de la miseria, hambre e ignorancia a todos los oprimidos y explotados. Será un gobierno que prepare la transición hacia el socialismo con democracia.

Garantizará la propiedad social de los medios de producción, comunicación y cambio bajo control democrático de las organizaciones obrera y populares; único camino para romper definitivamente lazos y ataduras con el capitalismo neoliberal.

Unidos, organizados, movilizados e independientes, podremos avanzar hacia la construcción de la gran patria socialista. Patria unida a todos los pueblos latinoamericanos, que bien podrían unificarse en una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina, la cual estará dispuesta a unir sus esfuerzos con los trabajadores y pueblos de todos los continentes.

NO AL POPULISMO BONAPARTISTA, INDEPENDENCIA OBRERA Y SOCIALISTA

El neoliberalismo salvaje que se comenzó a imponer desde finales de los años 80, donde llegaron al poder gobiernos con programas neo-liberales,  comenzaron a encontrar en todas partes distintos niveles de resistencia. Pero la bancarrota de la  izquierda  y los partidos nacionalistas, junto con los efectos psicológicos y políticos del colapso del estalinismo y, el paso de la socialdemocracia y partidos socialistas al neoliberalismo,  ha colocado a los movimientos obreros y populares de Latinoamérica en una posición de confusión política, ideológica y sicológica, de rechazo a los partidos reformistas tradicionales, al mismo tiempo que se ha puesto esperanzas en las así llamadas “organizaciones sociales” o levantar esperanzas en caudillos populistas como Hugo Chávez o Evo Morales.

VENEZUELA: TRABAJADORES AVANZAR HACIA LA TOMA DEL PODER

Ya la oposición ha sufrido cuatro contundentes derrotas, siendo la primera el fracaso del golpe militar de abril del 2002. El fracasado golpe contra Chávez, permitió que la derecha reaccionaria se desenmascarara y el pueblo adquiriese un mucho mayor nivel político. El presidente aprovecho la oportunidad para realizar una depuración de las instituciones militares y ganarse algunos sectores de la clase media democrática, pero no elimino de raíz las causas del fallido golpe. El 2 de diciembre del 2002 fue la segunda gran derrota a la oposición. El país no se detuvo frente al lock-out patronal y la industria petrolera pasó desde entonces a control del Estado venezolano, pero sin que los obreros ejercieran control obrero de la más importante industria del país.  La tercera gran derrota de la reacción fue la ratificación del mandato del presidente Chávez en el referendo revocatorio del 15 de agosto de 2004 —un proceso inédito en la historia mundial. El nuevo triunfo de Chávez, a fines del año pasado,  con una enorme diferencia votos, ante la mirada atenta de cientos de observadores internacionales que ratificaron unánimemente sus resultados, fue el cuarto regalo de la oposición. Nadie podía dudar ya del carácter democrático del gobierno venezolano, pero de nuevo Chávez, no aprovecha la oportunidad para aplastar la oposición burguesa de una vez por todas.

Los trabajadores, los pobladores, los campesinos, las dueñas de casas y la juventud le asestaron otra derrota a la derecha. Hasta este momento, los trabajadores y el pueblo pobre,  mantienen la confianza en su presidente. Esto obliga a levantar un conjunto de propuestas más de fondo, que eduquen a los trabajadores y el pueblo, sobre que hacer, para poder derrotar al imperialismo, hay que tener un política consecuente, en todos los ámbitos: no capitulación a las multinacionales, denunciar las guerras y las agresiones imperialistas, utilizar el petróleo como arma política, el rechazo al pago de la deuda externa, la nacionalización de la banca y el comercio exterior, armas para los sindicatos, conformación de milicias obreras y populares independientes, que el gobierno no plantea. La defensa de Chávez ante cualquier ataque imperialista y este conjunto de demandas adicionales, es lo que concebimos como la táctica de unidad de acción – confrontación, para influir y confluir con los chavistas honestos y consecuentes que de verdad quieren enfrentar al imperialismo y sus agentes criollos. Pero sin parar por  ningún momento en denunciar la burocracia, la corrupción, contra funcionarios ineptos, contra las estructuras políticas del chavismo, de demanda de atención y solución a las necesidades de los trabajadores y sectores populares.

Ahora es el momento de organizarse para asestarles un gran golpe a la burguesía, sus agentes y sus aliados imperialistas, no siempre la historia da tantas oportunidades, como le ha estado dando a la clase obrera en Venezuela para armarse y debilitar el poder de la burguesía, para eso necesitamos: 

  • Un  partido revolucionario, en Venezuela no surgirá si no es en conexión íntima y estrecha al proceso profundo, al sentimiento de masas, a sus tradiciones y cultura, y que cristalizó en una figura un poco mitológica como la de Chávez y en su ya mencionado movimiento. Lo central en esta etapa es romper con el seguidísimo, porque el bonapartismo a la larga termina liquidando la capacidad autónoma de las masas. La tarea es mantenerse en una posición totalmente independiente del gobierno en todos los ámbitos de la política nacional. Pero es necesario conectar lo más estrechamente posible con aquellos sectores chavistas que son posibles radicalizar y de adoptar un curso decididamente revolucionario. Mientras se pueda mantener un frente único de clase y se participe de él, más eficazmente se podrán señalar las inconsecuencias, debilidades y compromisos del gobierno con la burguesía, y más credibilidad tendrá una corriente revolucionaria inserta en el seno de las masas.
  • La visión de Chávez de su “Socialismo en Siglo 21”, es una utopía pequeño burguesa al querer manejar empresas co-gestionadas y cooperativas rurales, junto a las empresas multinacionales que quisieran invertir en el país. El experimento viviente limitado de la Venezuela de hoy día, solamente es posible gracias a los grandes subsidios que el puede proveer a las empresas con participación de los trabajadores y las cooperativas gracias a los enormes ingresos de la industria petrolera.
  • Chávez utiliza estos recursos para suavizar el antagonismo que existe entre el trabajo explotado y el capital explotador, entre los trabajadores y los patrones, sin teniendo que atacar a la clase obrera o expropiar la propiedad capitalista. Pero esto no puede continuar y no va a durar. Una caída significativa en los ingresos del petróleo, una recesión mundial, un escape de las inversiones extrajeras de Venezuela, puede estrechar o eliminar el campo de maniobra de Chávez.
  • Por mas que el se declare así mismo socialista, las acciones de Chávez y sus políticas de gobierno han estado limitadas a reformar el capitalismo – con la reforma agraria, pequeñas restricciones al movimiento del capital y solamente nacionalizando (comprando) compañías capitalistas que han caído en quiebra. No se han hecho intentos para expropiar el capital foráneo o nacionalizar los bancos. La verdad es que comparado con el Movimiento de las Fuerzas Armadas de Portugal de los años 1970 o de los Sandinista de Nicaragua de los años 1980, Chávez ha sido mucho más favorable al capital extranjero y privado y menos radical en expropiar las grandes empresas.
  • En la medida que las Fuerzas Armadas mantengan su jerarquía y su cadena de mando, esta seguirá siendo una fuerza en defensa del capitalismo a pesar de haber removido a unos pocos generales implicados en el golpe militar del 2002. La verdad es que estos son incidentes que son regulares y continúan, cuando los oficiales de las Fuerza Armadas y la policía se pone al lado de los terratenientes contra los campesinos que intentan tomarse la tierra, y casos cuando ellos se coluden con los dueños de la tierra en organizar escuadrones de la muerte.
  • Cuando Chávez se encuentra bajo el ataque del imperialismo, especialmente de los Estados Unidos, y de fuerzas contrarrevolucionarias internas, ciertamente los marxistas revolucionarios deben luchar junto al Movimiento Bolivariano contra toda acción antidemocrática y de sabotaje. Pero este apoyo no puede extenderse a darle apoyo político a su gobierno, y no criticar sus debilidades, o peor que eso las ilusiones de Chávez.
  • Por el contrario, los revolucionarios deben insistir que Chávez cese de conciliar con las fuerzas contrarrevolucionarias y que por el contrario tome medidas decisivas contra ellos. El debería inmediatamente expropiar la tierra, los bancos, las compañías de seguro y las grandes empresas sin compensación y ponerlas bajo el control obrero. Chávez debe ir mas lejos en las tierras que se usan en las grandes estancias y confiscarlas para distribuirlas entres los campesinos sin tierra.
  • Los trabajadores necesitan organizar sus propias organizaciones basadas en la democracia obrera y descansar en los delegados de bases de las fabricas y los barrios, que sean responsables frente a las asambleas y con poder real; por supuesto, estos pueden construirse junto las misiones y los círculos bolivarianos, pero debe sobrepasar las debilidades de estos como puros mecanismos auxiliares y de apoyo a Chávez o proyectos para auto ayudarse.
  • Expropiación de toda la propiedad imperialista, la banca, instituciones financieras, de las empresas venezolanas monopólicas, sin compensación y ponerlas bajo el control obrero de sus trabajadores. Por la revolución agraria, expropiación de todo el latifundio y la agroindustria sin compensación bajo el control de los campesinos y trabajadores del agro. Insumos, maquinarias, tecnología y créditos blandos a los campesinos
  • Este poder necesita ser defendido con las armas en la mano; necesita eliminar a los escuadrones de la muerte que operan en el campo, los asesinatos secretos que atacan las poblaciones, tomando como blancos a los líderes comunitarios y sindicalistas. Se necesitan milicias armadas para defender sus manifestaciones de las provocaciones de la oposición y los ataques reaccionarios de la policía. Se necesitan para el día cuando las Fuerzas Armadas de Chávez cesen de ser “las amigas del pueblo” y traten de imponer su “ley” sobre la población insurgente.
  • Por supuesto, mientras las Fuerzas Armadas y el pueblo estén en contacto cercano, en las misiones y los círculos bolivarianos, es esencial que los revolucionarios alienten a los soldados rasos y los conscriptos a formar sus propios comités para minar y romper la estructura de comando de los militares y como una fuente de armas para las milicias. Cuando Chávez dice que es importante que cada persona aprenda a usar un fusil, la gente debe responderle: “entonces entrégale las armas al pueblo”.

El futuro de la revolución venezolana depende que se tomen estas medidas. Así como Chávez lanza su  Partido del Socialismo del Siglo Veintiuno, y la fuerzas contrarrevolucionarias continúan complotando para echarlo abajo, la clase trabajadora debe formar un partido socialista revolucionario, sin tener ningún gramo de confianza en el populismo bonapartista de Chávez. Organización política revolucionaria que debe emerger de los cuadros de vanguardia de la UNT, de los Círculos Bolivarianos, de los soldados rasos, comprometidos no solamente en otro periodo presidencial del carismático coronel, pero decidido y enraizarse y crecer para echar abajo el sistema capitalista que lo preside.

EVO MORALES Y EL CAPITALISMO ALTIPLANICO

Tanto los estalinistas, los reformistas de izquierda y los centristas de nuestro país como del resto de América Latina, han calificado con entusiasmo el gobierno de Evo Morales de radical, revolucionario y parte de un bloque antiimperialista. Alabando a Morales como parte de una nueva ola izquierdista que estaría barriendo América Latina contra el neoliberalismo y el control del imperialismo yanqui. Creemos que antes de evaluar a Morales, deberíamos separar la apariencia de la realidad.

Sintiendo defraudar a los entusiastas seguidores  de Evo Morales debemos puntualizar algunos hechos concretos. Primero que Morales no tuvo ningún papel en los tres principales alzamientos, entre 2003 y 2005, que condujeron al derrocamiento de dos presidentes neoliberales: Sánchez de Lozada y Carlos Mesa. Más concretamente, Morales, se opuso al levantamiento de febrero de 2003, se hallaba en Ginebra asistiendo a una conferencia interparlamentaria durante el exitoso levantamiento de octubre de 2003 que echó del poder a Sánchez de Lozada, y asimismo hizo todo lo que tuvo en su mano para socavar la huelga general de mayo y junio de 2005 que expulsó a Carlos Mesa del poder. La verdad histórica  demuestra que Morales puso todo el peso del partido y sus organizaciones sociales en apoyo de la exitosa candidatura de Carlos Mesa a la presidencia, a pesar de que éste había sido vicepresidente de Sánchez de Lozada. Morales intervino de nuevo tras la dimisión de Mesa, apoyando al juez neoliberal del Tribunal Supremo Eduardo Rodríguez como presidente provisional en la carrera a las elecciones presidenciales de diciembre de 2005. Más tarde, Morales transformó totalmente la sustancia de las demandas de los movimientos sociales de convocar una Asamblea Constituyente que refundiese la República. Los movimientos sociales exigían que las elecciones a la Asamblea Constituyente tuvieran lugar por medio y a través de movimientos populares sociales de masas. Con eso ellos creían que dicha Asamblea reflejaría los intereses de los trabajadores y los campesinos. Morales rechazó esta demanda y consiguió un acuerdo con los desacreditados partidos de la oligarquía a fin de realizar unas elecciones a la Asamblea Constituyente basadas en unidades territoriales en las que la maquinaria electoral de los partidos de las edites dominasen la elección. El resultado fue la casi completa marginación de los movimientos sociales de la citada Asamblea. Tras un año de conflictos de procedimiento en la Asamblea, Morales accedió a otorgar a los partidos de la oligarquía un virtual derecho de veto sobre la nueva constitución, mediante el acuerdo de que fuese necesario contar con dos tercios de los votos para la aprobación de todas las leyes constitucionales.

Una de las divergencias del gobierno de Morales respecto a las demandas de los movimientos sociales insurreccionales fueron sus nombramientos ministeriales para los principales puestos de la economía y su continuación de las políticas fiscales ortodoxas.

Con ello se hizo hincapié en el equilibrio presupuestario y en una política monetaria estricta, en detrimento de la inversión pública en programas sociales y programas contra la pobreza, por ejemplo la duplicación del salario mínimo o incrementos salariales sustanciales para los maestros, los trabajadores de la salud y otros sectores públicos mal pagados.

Los seguidores izquierdosos de Morales,  comienzan por asumir que ser indígena, tener un origen popular, vestir a la usanza indígena y haber dirigido un movimiento popular hace que este gobierno, sea radical revolucionario y antiimperialista.  Si nos dejamos llevar por la apariencia,  cometemos el error de ignorar las enormes diferencias de clase entre unos campesinos desnutridos y sin tierras y una clase media dinámica formada por políticos, líderes y agentes del poder indígenas. Estaríamos dejando de lado, la colaboración económica flagrante entre Morales y las élites agroexportadoras blancoides, las compañías petroleras europeas y estadounidenses y los millonarios hindúes del complejo minero de El Mutún. No nos podríamos explicar su “revolucionaria nacionalización” del petróleo y el gas que no es más que un aumento de los impuestos pagados por las multinacionales al Estado. Ninguna empresa transnacional ha sido expropiada. Se ha dado el caso incluso de que el precio de cinco dólares por millón de metros cúbicos vendido Argentina está a un 40% por debajo del precio mundial y los pagos de Brasil, después de la nacionalización, siguen siendo de los mismos cuatro dólares, y en algunos casos de hasta 1,9 dólares, igual que durante el periodo de Sánchez de Lozada y Mesa. Para los marxistas revolucionarios,  una comprensión completa de un gobierno debe ser una comprensión histórico-empírica de su acción política y de las constantes orientaciones de clase de los actores políticos en su ubicación dentro de la estructura de clases a lo largo del tiempo. El marxismo analiza la economía política, es decir las relaciones materiales y estructurales entre las clases gobernantes y el Estado, y los gobiernos elegidos y su base electoral.

Ya que tenemos incontables ejemplos, de como a lo largo de la historia los políticos reaccionarios y reformistas han combinado su apoyo al imperialismo y las políticas favorables a las empresas transnacionales con las prácticas culturales tradicionales. En África, Senghor en Senegal y Mobutu en Zaire enfatizaban la negritud como política cultural, a la vez que abría la puerta al pillaje europeo y estadounidense de sus economías. Duvalier en Haití, Haya de la Torre en Perú, Ferdinand Marcos en Filipinas combinaron un tradicionalismo étnico y la identidad religiosa con políticas reaccionarias pro imperialistas. Con demasiada frecuencia, los gobernantes étnicos manipulan el simbolismo cultural tradicional con el fin de distraer la atención de la colaboración de clase, y mantener o ampliar la dominación imperial de la economía y la concentración de la propiedad de la tierra. Morales ha desarrollado unas políticas fiscales y monetaria ortodoxas, el ha vendido a la transnacional hindú Jindal la gran explotación minera –hierro y manganeso— de El Mutún en unas condiciones absolutamente ridículas y vergonzosas y en situación de industrialización mínima.

Morales rechazó la expropiación de latifundios privados de los 100 principales latifundistas y mantiene un presupuesto de austeridad a pesar de disponer de los mayores ingresos por exportación de energía y productos minerales en la historia a raíz de los favorables precios internacionales. Sin un marco teórico claro, es imposible proceder a una comprensión global y profunda de la dirección actual y futura del gobierno de Morales.

Resumiendo la práctica política y económica de Evo Morales, desde que asumió el gobierno, podríamos decir que en el mejor de los casos es un sistema de hacer lentamente cambios políticos y económicos por etapas, tratando de desarrollar un modelo económico que contemple una cooperación entre las trasnacionales, el estado boliviano, la burguesía nacional y la agroindustria exportadora.

En el terreno internacional trata de mantener un equilibrio ecléctico con el Brasil de Lula (Petrobras), la Argentina de Kirchner (Repsol), el Chile de Bachelet (la cuestión de la salida al mar), la Venezuela de Chávez (petrodólares), la Cuba de Castro (colaboración de los estalinistas latinoamericanos), los Estados Unidos de Bush y la Union Europea, y el FMI/Banco Mundial (ayuda económica de todos ellos).

En la política interna boliviana, Morales cooptó a los líderes de los movimientos sociales mediante su participación en el gobierno, realizó concesiones mínimas a las demandas económicas locales, consiguió confundir temporalmente a sus masas de base con una retórica de nacionalizaciones y promesas de reforma agraria, a la vez que de conjuración de conspiraciones y complots en momentos puntuales de cuestionamiento popular, maniobra típica de los caudillos, manteniendo a las masas en tensión. Se mantienen las relaciones de propiedad y de clase existentes, y se incrementan los incentivos y las subvenciones estatales, así como los acuerdos de largo plazo por parte del Estado. Hay un control de las demandas salariales y del gasto social que permite una alta tasa de beneficios con el fin de aumentar las inversiones de las burguesías nacional y extranjera en proyectos industriales.

Morales cree que el incremento de la producción industrial y las exportaciones de productos básicos aumentaría los ingresos del Estado, basándose en una triple alianza estratégica de capital público, nacional y extranjero. Que una mayor acumulación de riqueza en lo alto de la pirámide producirá un goteo descendente. El MAS, es el instrumento que gestiona un sistema corporativo formado por el Estado, el capital y los sindicatos.

Los movimientos sociales son los instrumentos, no los beneficiarios, del modelo de Morales y García Linera. Son útiles para apoyar a Morales en su intento de ampliar el sector económico estatal como parte de la triple alianza compuesta por las compañías transnacionales extranjeras del sector extractor (petróleo, gas, estaño y hierro), en colaboración con las empresas estatales y con un sector nacional privado dominante en el árbol o exportación, los bancos, el comercio y el sector minero de tamaño medio,  cooperativas. 

Todo el modelo teórico conceptual de Morales de capitalismo normal se basa en la armonización y la articulación de la triple alianza, que excluye cualquier tipo de cambios estructurales en la propiedad de las relaciones sociales. Asimismo, e igualmente importante, depende de la exclusión de la clase trabajadora y el campesinado de cualquier tipo de posición económica y política de toma de decisiones o de las palancas del poder. En su lugar, la triple alianza depende totalmente de la cooperación de los líderes del movimiento, de la incorporación de facto de los movimientos como apéndices del Estado. Se convocan periódicamente reuniones de masas, se producen ocupaciones militares teatrales de empresas extranjeras con Morales a la cabeza, a fin de conseguir un efecto publicitario y propagandístico importante. Se denuncian periódicamente conspiraciones y complots de la élite extranjera, nunca demostrados, coincidiendo con la firma de contratos gravosos, todo lo cual da a la imagen de un presidente antiimperialista cercado. Nunca se produce el arresto de ninguno de los conspiradores ni tampoco se mencionan sus nombres, y las investigaciones que se inician no ofrecen resultados.

En resumen, la verificación empírica de la situación nos muestra que Morales representa un nuevo estilo de gobierno capitalista, una reforma del modus operandi capitalista, nuevas normas para la expansión del citado capitalismo, una política exterior ecléctica y una coalición diferente de gobernantes capitalistas. De ninguna manera representa una ruptura radical o revolucionaria con el capitalismo, representa únicamente un intento de moralizar a las actuales élites. Incluso las credenciales reformistas de Morales son cuestionables, en la medida en que no se han producido cambios presupuestarios sustanciales, ni reducción de las desigualdades sociales, ni un incremento sustancial de la parte de ingreso destinada a los asalariados. Solamente en un sentido muy estricto de incrementos graduales del salario mínimo y de los salarios de la función pública podemos considerar reformista a Morales. En el ámbito de la política exterior, muestra un eclecticismo diplomático, dependiendo económicamente de las transnacionales, con una retórica antiimperialista a la vez que mantiene un alto nivel de dependencia de la ayuda tanto europea como estadounidense.

 No a las políticas reformistas y de conciliación del MAS y Evo Morales. Los trabajadores, campesinos y sectores pobres y populares, debe de desarrollar e implementar su propia alternativa de clase con una política independiente, reagrupando a todos los sectores combativos y de vanguardia, por la construcción de su propio partido revolucionario que derroque definitivamente a la burguesía criolla y al imperialismo. Llamamos a: 

  • Abajo con la dominación imperialista de la economía; no a los acuerdos con el FMI y el Banco Mundial; expulsar a sus representantes; repudiar todas las deudas y los pagos de intereses al imperialismo; ni un centavo a los saqueadores imperialistas. Por la restauración y compensación de todos los recursos humanos y naturales que han explotado durante siglos. Nacionalización sin compensación de todas las empresas transnacionales y bancos privados; anular todos los acuerdos especiales y las empresas mixtas No a las empresas mixtas con capital imperialista.
  • Anulación inmediata de todos los programas de privatizaciones; por el 100% de propiedad estatal de las industrias, la minería y comercios bajo control obrero. Re­nacionalizacíón de todas las compañías privatizadas sin compensación y bajo control obrero. Obtención de fondos públicos mediante fuertes impuestos y expropiación de los privilegios de los ricos.
  • Por la expropiación de todos los monopolios nacionales y extranjeros y las multinacionales. Por la propiedad estatal y control obrero de los sectores alimenticios, de vestido, medicina e industrias farmacéuticas.
  • Confiscación de la tierra y de todos los medios de producción de los grandes terratenientes, plantaciones imperialistas y agro-industrias sin compensación. Los obreros rurales, los pobres y medianos campesinos deben decidir democráticamente cómo debe ser trabajada la tierra, si las grandes extensiones deben ser divididas y trabajadas comunalmente o cooperativizadas.
  • Abolición de imposiciones onerosas sobre los pobres y medianos campesinos; por créditos libres de intereses, por créditos para fertilizantes y equipos; por garantizarla compra de los productos de los pequeños granjeros, por que el Estado fije los precios de acuerdo a los comités de trabajadores y pequeños granjeros.
  • Por el derecho de contratos permanentes para los trabajos temporales; por el derecho de unirse en sindicatos; por la auto-defensa contra los terratenientes asesinos.
  • Expropiación sin compensación de todas las propiedades de los grandes narco-traficantes y carteles de la droga; por la industrialización del procesamiento de la coca por parte del Estado bajo control obrero.
  • Por el derecho al cultivo de narcóticos (hoja de coca) relacionando la cosecha y la compra de tales cosechas en los precios fijados por los comités de trabajadores y campesinos; por la auto-defensa contra los programas de erradicación de las cosechas de coca de parte del ejército y los asesores imperialistas; despenalizar el uso de la droga; por la auto­defensa contra los carteles de la droga y la represión.
  • Por un sistema nacional de diversificación agrícola voluntario, bajo la dirección de los comités de obreros y campesinos pobres, que procure cultivos alternativos y busque eliminar los problemas creados por el monocultivo y la agroindustria, usando incentivos económicos para pequeños y medianos agricultores y granjeros colectivos, con coerción estatal para empresas agrícolas grandes.
  • Por un programa de obras públicas para mejorar las condiciones de las masas en el campo (electrificación, agua, desagüe, caminos, transporte, hospitales, escuelas, entretenimientos, etc.) bajo control obrero y campesino y financiado por el Estado y a través del desconocimiento de la Deuda Externa.
  • Por escuelas agrícolas en el campo. Por depósitos agrícolas establecidos en áreas rurales para financiar, reparar y proveer con entrenamiento, equipo agrícola moderno y nueva tecnología a pequeños campesinos pobres y granjeros colectivos.

POR LA DESTRUCCION DEL ESTADO CAPITALISTA

La historia de Latinoamérica es rica en revueltas, insurgencias revolucionarias y recientes revoluciones -México, Bolivia, Cuba. Pero ninguna de ellas ha colocado a la clase obrera, organizada en consejos obreros, al control del Estado. En México y Bolivia los regímenes nacionalistas burgueses fueron obligados a llevar a cabo reformas liberales para las masas. Otros caudillos antiimperialistas han tenido que hacer lo mismo. Por ejemplo, -sí vemos a un Perón, un Velasco o un Ortega-  no solamente defraudaron a las nasas, sino que se volvieron salvajes contra ellas en la aplicación de sus medidas. Ellos estaban comprometidos con las instituciones existentes del Estado capitalista, sus mandos militares, su sostén imperialista, la jerarquía eclesiástica, e intentaron sólo moderar la opresión estatal sobre el pueblo. 

La debilidad de todos los movimientos de masas previos es que en ellos no han participado líderes o partidos que confiasen en las organizaciones independientes de lucha de la clase obrera -centros de trabajo, comités barriales, soviets. Antes que ceder el poder totalmente en manos de las organizaciones de masas responsables y democráticas, tales como los soviets, los líderes de las masas han permitido pasar el poder a los caudillos y bonapartes quienes han prometido actuar en nombre de esas masas

Allí se debió romper con la idea de tener confianza en un falso dios. Las masas no deben dar apoyo político a las revueltas de los dirigentes descontentos y desafectos, quienes iracundos por su propia pérdida de prestigio político y estatus y espantados por las consecuencias sociales del neo­liberalismo, buscan imponer un «despotismo ilustrado» sobre el pueblo. Sin embargo, la acción común con ellos es posible donde se pueda buscar destruir un régimen reaccionario. Los llamados de regímenes militares progresivos no pueden llevar a una justicia social y todas sus acciones harán inevitable la llegada del recorte o la abolición de las limitadas libertades democráticas de las masas; libertades que la clase obrera debe utilizar para expandir totalmente su conciencia de clase y construir sus propias organizaciones independientes. Cualquier apoyo a los jefes de revueltas militares no estará dirigido a fracasar, si se agita dentro de las asambleas de base de las fuerzas armadas y se construyen milicias independientes de los trabajadores. ¡No al apoyo de los golpes militares de cualquier matiz! !Por una clase obrera independiente camino hacia el poder!

La debilidad y la crisis dominan la naturaleza del capitalismo en Latinoamérica dando constantemente aumento a la resistencia que no puede ser encontrada por la dirección de la clase sin recurrir a los bonapartistas o aún a las restricciones dictatoriales impuestas por la democracia burguesa; los parlamentos son muchas veces elegidos indirectamente o sus poderes controlados y balanceados por los poderes presidenciales. Demandamos acabar con tales restricciones y la abolición de la Presidencia y de todas las cámaras, directamente elegidas o no, las cuales sólo actúan como un freno a la presión de las masas por cambios radicales.

En adición a estas demandas, las cuales forman parte imprescindible de nuestra agitación y propaganda, puede ser necesario en ocasiones suplementarias con las que se levantan en los consignas por una asamblea constituyente soberana y revolucionaria. Cuando la estructura de la representación política y la distribución de poderes dentro del aparato del Estado burgués es derrocado abre el debate y la lucha misma, donde la dirección de la clase intenta impedir o limitar la operación de los derechos democráticos representativos y donde las masas no tienen aún convencimiento de la necesidad de la toma del poder por los consejos obreros, entonces puede ser necesario demandar la convocatoria a una asamblea constituyente soberana. El clamor de tal demanda debe ser para desarrollar y activar las aspiraciones democráticas de las masas a la extensión plena y a una forma revolucionaria; la lucha adecuada en una asamblea, no debe estar dirigida a perfeccionar la democracia burguesa o su estabilidad, sino, que es una etapa necesaria en el camino hacia el gobierno obrero pero buscando prevenir la consolidación de un gobierno democrático burgués o de una dictadura bonapartista.

Cuando los regímenes reaccionarios creen que la actual constitución capitalista presenta límites a sus planes de ataque a la clase trabajadora, contra los derechos humanos, las privatizaciones, etc, pueden proponer nuevas asambleas constituyentes (especialmente cuando tienen la mayoría de la población detrás de ellos). En estas circunstancias los revolucionarios no deben ayudar a los reaccionarios que quieren sacar ventaja de la debilidad de las masas y su esfuerzo por cambiar la constitución. En el evento de que esa constituyente reaccionaria sea convenida, los revolucionarios deben demandar que sea elegida democráticamente y que sea soberana.

TODO EL PODER A LOS CONSEJOS DE OBREROS Y CAMPESINOS

Todas las conquistas parciales de la clase obrera en ésta o aquella ciudad, en éste o aquella fábrica estarán siempre bajo la amenaza de ser destruidas por la reacción, hasta que las masas destruyan la maquinaria estatal que es la fuente y garantía de esta reacción. En resumen, la clase obrera y campesinos pobres deben tender a convertirse en clase dirigente en el continente, tienen que destruir el poder político de la clase capitalista, socavar sus bases de apoyo en las instituciones imperialistas y compañías multinacionales. Hasta que todo el poder esté revestido únicamente en las instituciones de la democracia proletaria -de los consejos obreros y sus milicias- la represión, la explotación capitalista y la opresión pueden ser desafiadas y mitigadas pero no arracadas ni destruidas.

El poder de la clase obrera descansa en el rol que juega en la producción y distribución de bienes y servicios en la sociedad. La clase debe tomar conciencia de este poder; debe basar su democracia política en este poder y no disolverlo en el anonimato de las urnas electorales, donde los trabajadores se disuelven y también su independencia de clase, pasando a ser ciudadanos comunes y corrientes , donde la distinción entre explotados y explotadores desaparece. Sólo la fusión económica y política de la clase obrera puede golpear al aparato estatal capitalista y convertirla en la nueva clase dirigente.

POR LA FEDERACION SOCIALISTA DE LAS REPUBLICAS OBRERAS DE AMERICA LATINA

Cuba y Nicaragua, cada una a su propia manera, han demostrado el precio que debe ser pagado si una revolución nacional permanece aislada – por diseño o por falta de un movimiento revolucionario a nivel de toda la región. El llamado a la revolución en los países del continente puede atar las alianzas de los capitalistas derrotados y oligarcas y prevenir un asalto organizado sobre la revolución exitosa. En el mejor de los casos, una serie de revoluciones exitosas en el continente abriría la posibilidad de una prolongada división de labores, la cual llevaría a la primera etapa de la construcción socialista en la forma de una federación socialista de repúblicas obreras.

CONSTRUIR UN PARTIDO REVOLUCIONARIO E INTERNACIONAL ¡CONSTRUIR REVOLUCION PROLETARIA!

Desde los fines de los 60 hasta el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, en nuestro país y durante la década de los 70 y los 80 en América Latina, los sindicatos de masas, los movimientos populares y sociales trajeron grandes cambios. A través de la acción directa, ellas tuvieron éxito en echar abajo dictaduras, llevar al poder a los izquierdistas o gobiernos nacionalistas, establecimiento de reformas agrarias y sociales posteriormente legalizadas por los nuevos gobiernos. Aquellos movimientos no tendieron a homogenizarse ni evitaron las sucesivas olas de retroceso y avance. Pero su mayor debilidad se debió al fracaso en encontrar un foco revolucionario de unidad nacional que pudiera no solo desestabilizar la dirección existente y derrocarla o hacer retroceder a los militares poniéndolos a la defensiva, sino también golpeando al Estado capitalista mismo y estableciendo una revolución social. Sólo en Cuba las masas jugarían un rol subordinado en el derrocamiento del capitalismo, y aquí también las masas de los movimientos sociales e industriales serían políticamente expropiadas y no ejercerían el poder político por ellos mismos y lo entregarían al caudillo estalinista.

El fracaso de los movimientos de masas refleja la forma, de otro lado, en que, una y otra vez, ellos han provisto de una plataforma a los partidos burgueses y pequeño-burgueses o caudillos para trepar las escaleras dentro del aparato del Estado en desacuerdo con las aspiraciones de las masas.

La historia ha probado sin ninguna duda que la ausencia de un partido revolucionario leninista-trotskista democráticamente centralizado en todos los países de la región, es la razón por la cual el movimiento de resistencia de masas no lleva al derrocamiento de las estructuras estatales existentes, excepto por su modificación temporal. Sin tal partido el movimiento popular de masas continuará como uno de revueltas, por su plena existencia, para condena al orden social de explotación y opresión pero no será capaz de ponerle punto final. Sin tal partido e internacional las masas de Latinoamérica estarán condenadas a ciclos de avance y retroceso, de revueltas insurrecciónales y de heroicos mártires, pero no podrá golpear al Estado capitalista – la gran pre-condición para construir un nuevo orden social. 

Hemos visto como organizaciones como el  FSLN y el FMLN abandonaron o renunciaron a la toma del poder del Estado para llevar a las masas al cambio social. En igual período un profundo descrédito ha sido puesto por encima de la idea de una dirección estatal de la vida nacional debido al colapso estalinista y su capitulación ante el capitalismo internacional. Por otro lado la social democracia y los partidos socialistas se pasaron a la defensa de los programas neoliberales. Bajo la influencia de estos acontecimientos una importante sección de la vanguardia política en el continente está empezando a deformarse políticamente en la creencia de que el objetivo real de lucha, la real meta revolucionaría, no es el poder estatal, sino el establecimiento de una «hegemonía política en la sociedad civil», la creación de un «nuevo modelo de hombre y de mujer» a través de las organizaciones populares, movimientos sociales, o toman como modelos a caudillos como Hugo Chávez o Evo Morales.

Esta miserable filosofía es el gran triunfo ideológico del neo-liberalismo y del sucio legado estalinista. Ello abre una de las más grandes grietas de los últimos decenios,  entre las inmediatas luchas del pueblo y las condiciones para su completa satisfacción – la toma del poder del Estado por las organizaciones democráticas y armadas de los trabajadores y oprimidos.

El proyecto de construir un partido revolucionario de masas combativo en las luchas de las masas y dentro de los sindicatos y organizaciones populares es la única respuesta a las políticas de derrota; esta es la cuestión más importante de nuestro tiempo.

En nuestro país, como en otros de América Latina, se ha comprobado, que si el objetivo de la revolución se limita a asegurar la democracia capitalista, aunque realicen medidas como la “redistribución del ingreso”, nacionalizaciones sin control obrero. Si se eligen gobiernos de coalición con los partidos burgueses o con partidos que son “la sombra de la burguesía”. Si una casta burocrática en el seno de un estado obrero abandona la meta de la revolución mundial en pos de alcanzar una «coexistencia pacífica» con los países y sus capitalismos, entonces los así llamados procesos  revolucionarios puede transformarse en su opuesto: un instrumento de la contrarrevolución. Se produce un desgaste y desmoralización de los trabajadores, la pequeño burguesía que apoya los “cambios” es ganada a las fuerzas contrarrevolucionarias, y el proceso acaba en la debacle y triunfa la contrarrevolución.

Nosotros al igual que muchos grupos y compañeros creemos que la necesidad de construir un partido revolucionario en nuestro país y una tendencia internacional revolucionaria es una tarea urgente. Actualmente estamos presenciando, como la hegemonía estadounidense se impone a nivel mundial a sangre y fuego bajo las banderas de la lucha contra el terrorismo y como los gobiernos socialdemócratas y “socialistas” se postran frente a los dictados del imperialismo y levantan la panacea neoliberal de la globalización para mantener la explotación y opresión del proletariado a nivel mundial. 

El trotskysmo en Chile jugo un rol importante en la historia de la lucha de clases de la clase obrera de nuestro país en el pasado.  El movimiento trotskista se origino en 1929 como una tendencia del Partido Comunista.  Lo que sería la fracción de Manuel Hidalgo. El 19 de marzo de 1933 la fracción hidalguista realizaría su congreso, denominado IX Congreso del Partido Comunista, Congreso de Unificación, donde se declararía miembro de la Oposición Comunista Internacional,

La Izquierda Comunista fue por un periodo un partido de vanguardia. Fue capaz de organizar los trabajadores y huelgas. 

El Partido Obrero Revolucionario (POR), fue la respuesta de la vanguardia obrera en septiembre de 1936, para continuar la lucha por la construcción de un partido revolucionario en nuestro país  efectuó su primer Congreso Ordinario en 1938. El POR, declaró que continuaría fiel a la Oposición de Izquierda Internacional. Desde entonces sacaría el periódico que fue luego el órgano central del POR, “Alianza Obrera”, que fue un real y consistente  periódico de la vanguardia revolucionaria chilena en aquellos años.

El POR, se pronunciaría por mantener en alto las banderas del trotskysmo: la Teoría de la Revolución Permanente y el Programa de Transición y la lucha inclaudicable contra el reformismo, el estalinismo, y contra todos los enemigos al interior del movimiento obrero, la socialdemocracia y la burocracia sindical.

Así es que el POR “participó en el Congreso Constituyente de la IV Internacional, efectuado en Suiza en Septiembre de 1938, haciendo suya la tesis de la agonía mortal del capitalismo que fue la tesis central del congreso de la IV Internacional, como igualmente de su programa de transición.

A principios de los años cincuenta el POR se vio directamente afectado por la crisis de la IV Internacional, finalmente cuando se produce la ruptura de la IV Internacional el año 1953 y Michell Pablo organiza la practica del así llamado “entrismo sui generis”, o sea la liquidación de las organizaciones trotskistas, el POR chileno en su X Congreso de 1954 decide implementar esta política del entrismo en el Partido Socialista y el POR se queda reducido a solamente 6 compañeros que se opusieron al entrismo y las desviaciones liquidacionistas y burocráticas de Pablo. Esta responsabilidad no cae solamente en los lideres de la IV internacional, pero tambien de cómo el POR había educado a sus militantes a lo largo de su desarrollo histórico. Después de esta debacle, el POR se recupero del punto de vista organizativo rápidamente, en solamente un año paso de tener 6 militantes a 100 y a los dos años a 140, gran parte de esta recuperación se debió a la situación política, social y económica que sucedía en aquellos años, principalmente al levantamiento estudiantil del 2 de abril de 1957.

Una década más tarde, en 1963 se funda el Secretariado Unificado de la IV Internacional (SU), quien se autoproclama la IV Internacional. El POR decide ingresar a esa agrupación internacional. El POR junto al SU se dejo arrastrar por las desviaciones foquistas y guerrilleristas del SU y a través de sus continuadores pasa a ser miembro fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). A estas alturas, ni siquiera se trataba de un “entrismo”, se trataba simplemente de la disolución de un partido trotskista.  Y es así como esta disolución del POR culmina la crisis definitiva del Trotskysmo en Chile, llegando al Gobierno de la Unidad Popular y la crisis revolucionaria de 1970-73 sin que el trotskysmo pueda jugar ningún papel significativo en uno de los periodos mas ricos de la lucha de clases.

El Trotskysmo en Chile, al igual que otras latitudes, estuvo producto de sus propios errores y la inexperiencia de una joven Internacional, que siguió a la Oposición de Izquierda sujeto a una serie de crisis. A partir de los años cincuenta siguió todos los vaivenes de direcciones internacionales que cayeron en el centrismo. La Cuarta Internacional fue hasta principios de los años cincuenta, la única organización revolucionaria que revelo y combatió los crímenes del estalinismo y las derrotas a que éste llevo a la clase obrera. Tal como Trostky ya había denunciado y combativo la política criminal en relación a China, Alemania y España.  La Cuarta Internacional ha dejado una herencia invaluable para todas las futuras generaciones de revolucionarios,

Pero ya ha pasado mas de medio siglo, que la Cuarta Internacional dejo de funcionar como organización centralizada política y orgánicamente. Sus diferentes fracciones se han adaptado a una serie de tendencias que son extrañas a las practicas y métodos del marxismo revolucionario, como el foquismo, Ben Bela en Argelia, Lula en Brasil, adaptación a los movimientos antiglobalisacion liberales y reformistas, seguidísimo ciego a Chávez en Venezuela, solo para nombrar algunas de las adaptaciones mas flagrantes.

Hoy día el “trotskysmo” chileno sobrevive disperso en múltiples organizaciones centristas que se han originado a nivel internacional del Morenismo, Lambertismo, Pablismo, seguidores Ted Grant, etc., caracterizándose algunas por su sectarismo, y otras por su adaptación y oscilaciones hacia las políticas frente populistas o castristas. En Revolución Proletaria, nosotros luchamos por reconstruir un partido, tanto a nivel nacional como internacional, basado en los principios y programa del marxismo revolucionario, para ello hemos iniciado con los compañeros de Revolución Permanente una discusión honesta y leal, sentada sobre bases democráticas e igualitarias que permitan sacar lecciones de la historia del movimiento trotskistas,  elaborar posiciones programáticas en común para ir avanzando en la construcción de un tendencia internacional revolucionaria, que nos permita ganar a las nuevas generaciones de obreros que buscan una salida política independiente del reformismo y el estalinismo a la explotación y opresión que sufren a manos del neoliberalismo y la globalización capitalista.

La “modernización” concertacionista es compartida en términos generales, por el resto de los partidos derechistas, lo que favorece el sometimiento de nuestro país a los dictados del FMI. Renovación Nacional y la Unión Democrática Independiente, prácticamente coinciden con la  Concertación en lo que a planes económicos se refiere. Por otro lado el estalinismo y los reformistas se declaran contra los planes del régimen, pero no propone a los trabajadores un programa económico – político alternativo y, un plan concreto de lucha para alcanzarlo, sólo, mantiene diferencias de matiz con el programa económico oficial del gobierno concertacionista.

El estalinismo y el reformismo le hace así, el juego a los grandes empresarios nacionales y extranjeros ya que encaminan al movimiento de masas por la vía exclusivamente parlamentaria, utilizando la lucha cotidiana, en los barrios, las huelgas o paros y otras formas de lucha y protesta de nuestra sociedad en una actividad puramente electoral, iniciando y propiciando conversaciones hasta con los partidos de la derecha, para recuperar un mísero rol parlamentario. 

Para Revolución Proletaria La vía para conseguir la sociedad que deseamos, es combinar la lucha social y económica que expresan cotidianamente los trabajadores en sus protestas, para conseguir sus reivindicaciones más sentidas, con las demandas políticas, o sea las demandas transicionales que apuntan a la toma del poder obrero. Por ello, la táctica de participar o no en las elecciones, no es mas que una estación de paso para difundir nuestro programa revolucionario, al estilo de Emilio Recabarren y, una manera de impulsar la organización social, la conciencia y la cultura democrática de los chilenos, para diseminar nuestro programa de la insurrección obrera y popular hacia el objetivo de la revolución socialista.

Revolución Proletaria no se autoproclama como la dirección revolucionaria que necesitan las masas, pero si una organización que ayudará en ese objetivo. El gran partido revolucionario será producto de la fusión de grupos y corrientes revolucionarias que luchan intransigentemente por la independencia política y orgánica de los trabajadores, y que se unifiquen para luchar la intromisión del imperialismo y por una sociedad justa, libre, democrática, sin explotados ni explotadores, sin opresión, racismo y discriminación a la mujer. Es decir una sociedad socialista.
Un socialismo que nada tiene que ver con la figura grotesca de la dictadura burocrática y unipersonal de la exURSS, China, Cuba, Corea del Norte o lo que fue el del Este de Europa. Un socialismo revolucionario, internacionalista, humano y democrático, basado en los consejos obreros y milicias de los trabajadores. 

En esta época de convulsiones sociales, nuestra organización retoma la tradición revolucionaria de nuestro pueblo y aspiraciones de Luís Emilio Recabarren. Asimismo levantamos en alto las banderas enarboladas por los luchadores sociales desde Carlos Marx, Federico Engels, Lenin y Trostky.

POR LA INDEPENDENCIA POLITICA DE LOS TRABAJADORES, AYUDANOS A CONSTRUIR REVOLUCION PROLETARIA

Los socialistas revolucionarios planteamos, en primer término, la independencia política de los trabajadores frente al gobierno neoliberal y los partidos políticos. Los trabajadores no deben estar atados a organizaciones patronales. Estamos en contra que pierdan su independencia aduciendo situaciones extraordinarias que motivarían la necesidad de alianzas tácticas siempre y cuando favorezcan los reclamos de la clase obrera, su movilización y organización. Pero dichas alianzas tácticas en ningún caso deben poner a los trabajadores y a su organización bajo el sometimiento de un programa patronal. Sólo merece el título de revolucionaria la política que busca la movilización constante de las masas bajo las formas organizativas que ellas mismas elijan en cada momento de su lucha. 

En Revolución Proletaria  vemos la necesidad de conformación de un partido de la clase obrera claramente delimitados en su composición, programa y dirección que agrupe a todas las corrientes de vanguardia que se expresen al seno de la clase obrera.

Ven a construir Revolución Proletaria Para poner nuestro granito de arena en la titánica lucha de liberación nacional y social.

 Diciembre, 2006/Mayo, 2007

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